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Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder."

 — Abraham Lincoln.

  |El mejor postor| 


Cierro la puerta con cuidado, aun con pintas de haber sido atracada, voy hacia la mesa del nuevo "director" es decir, el señor Blomme, buscando a ver que encuentro en su despacho, ya que Harper afirmaba haberlo visto salir de la biblioteca con unas hojas que abrazaba como si fueran oro; en fin, comienzo a mirar sobre la mesa en la cual se halla miles de documentos, los cuales intento leer con máxima rapidez.

No encuentro nada, así que miro en los cajones, en los cuales hay carpetas y hojas sueltas, llego a una carpeta en la que pone mi nombre y ante la curiosidad la abro viendo miles de cosas fotos, de mí, de mamá, papá y Lorey. Notas de cursos pasados, fotos de mi casa, desde diferentes perspectivas, anotaciones, fechas, horas, lugares que había frecuentado, incluso había información sobre el campamento de scouts.

Dejo el cajón abierto y sigo buscando, aunque no me sorprendería que fuera eso lo que había sacado, sigo buscando entre hojas cuando comienzo a oír, como la puerta se va habiendo, de inmediato vuelvo a cerrar el último cajón; divisando por unos momentos una caja llena de mecheros, mecheros completamente iguales. 

— ¿Busca algo en mi despacho?

Me alejo de la mesa con la piel de gallina intentando buscar mi propia voz

— Mmm, la verdad.

Giro la cara intentando buscar una excusa creíble, es entonces cuando observo que en la mesa sé allá una hoja sobre el evento benéfico

— Quería hablar con usted de mi estancia aquí.

Hace un movimiento extraño con la lengua señalándome la silla. Me siento al igual que él, para luego proseguir con mi mentira.

— Usted dirá

— Una parte de mí "custodia" la tenía la institución y ahora que no está Catalina...

— Las cosas seguirán siendo como eran antes, por favor

Muestra la puerta y me pongo en pie, con una decepción enorme, procedo a marcharme cuando me vuelve a detener

— Como debe saber; hoy habrá una fiesta benéfica

— Si estoy bien enterada

— ¿Querría ser la subastadora?

— ¿Yo?

— Está claro que es a lo que ha venido, eso de su "situación" es algo repentino; de otra forma no hubiera intentado pensar una mentira viendo el documento

Señala la hoja, y yo dejo de poner cara de extrañada

— Vaya,... ha acertado, es, es lo que quería, ser la subastadora. 

— Entonces ya tengo a una subastadora, ¿pero sabe del tema, verdad?

— Si claro, ¿cómo no iba a saber?, ¡buf!

— Entonces, procure venir decente a la fiesta benéfica.

Asiento, saliendo rápidamente, para ir a la habitación de Callum. Allí me ducho rápidamente, ya que el pelinegro no deja de meterme prisa. Mientras intento maquillarme, escucho pódcast de como ser una buena subastadora, ya que no tenía ni idea ser subastadora. Cuando termino, miro el vestido dorado, de espalda descubierta.

LacronetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora