19

1.8K 121 2
                                    

"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos"

—Confucio

|High School|

— ¿Tan grande fue tu cagada?

— ¡Fue una cagada monumental!

Romy lloriquea sobre el hueco de mi cuello, lleva horas lagrimando dentro de estas cuatro paredes las cuales por fin estoy comenzando a personalizar. Pero ese ahora no es el caso. El caso es que no me cuenta nada. Solo que su novia ha roto con ella, por haber estropeado algo.

— Tenías que verla ella nuca ha estado tan seria.

— Cálmate, un momento, ¿vale?

La muevo un poco con el fin de moverla, ya que me dolía mucho el pecho, por tenerla encima durante tanto tiempo. Al conseguirlo mi cuerpo pareció recobrar vida. Utilizando la poca flexibilidad que tenía apague la luz, agarrando mi teléfono con los auriculares, busque una pieza con el poder suficiente como para relajarnos, le coloque el auricular, y acaricie el cabello. Ella seguía sollozando, pero se fue calmando poco a poco. La estaba abrazando cuando movió su cabeza para abrir los ojos y mirarme.

— Cuéntame qué paso, y porque no sabía que tenías novia.

Pude ver como asentía por la poca luz que filtraba la ventana, suspiro y comenzó a hablar.

— La he cagado. Yo y mi no... Exnovia estábamos follando, todo iba bien, hasta que se me salió el nombre de otra chica.

— Dios...

Vuelve al llanto, por unos segundos en los que intento quitarme de la cabeza como sería ese acto con el mismo sexo.

— ¿A quién nombraste Romy?

— Lo intenté arreglar, pero, luego, salió lo de que no nos vemos y... dios.

—Ahora duerme un poco, si no tendrás migraña, ya verás que se solucionara.

Ignoro que evadiera mi pregunta, y me abraza aún más fuerte, logrando que nos durmamos las dos.

[...]

Es medio día, y me he llevado un parte por no asistir a educación física la tarde anterior. Aunque no me preocupe mucho. Seguía aturdida cada vez que me acordaba de Gerda. Llame cientos de veces a papa, pero no contestaba. Escribía mensajes tan largos como biblias, pero como respuesta solo obtuve que me bloqueara.

Si, Riley, todo ha cambiado, ha ¡peor!

Es en estos momentos en los que necesitaba hablar con alguien... Admito que pensé en Ronan, incluso lo busqué, pero se había desaparecido. También busque a Brown, pero nada. Creí poder hablar con Romy cuando vino, pero tena su propia tormenta.

Ahora es cuando hubiera deseado que mi mejor amiga no desapareciera. La última que la vio fui yo, cuando salí de su casa, después de que me confesara, que tenía un hermano mayor. Antes de confesarme que toda la mayoría de veces en la que se iba de mi casa era porque su hermano tenía una sobredosis. Uno de sus consejos dados por Esperanza Gracia no me hubiera ido nada mal. No puedo evitar tocar la pulsera de cuencas que hizo sin sentido alguno.

Vuelvo a la tierra cuando Romy toma mis hombros con alegría.

— Ayer estabas demasiado mal como para ponerte a brincar hoy. ¿Qué tramas?

— Ya he encontrado la manera de que me perdone.

— ¿Cómo?

— Ya lo verás. Sígueme el royo eh

LacronetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora