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El dolor es inevitable, el sufrimiento es opccional 

—Buda

| Deberías|

El sudor se mezcla con las gotas de la llovizna, mi corazón late con fuerza, con Silence Is Easy, mientras que por cada paso que doy saltan piedritas al interior de mis zapatos, aun con la música me escucho trotar, entre el vaho y el frío, de la madrugada.

Realmente necesitaba salir, estar sola, y aclararme. Todo se ha vuelto un caos, la mesa en la que solía comer sola, ahora se ha llenado de gente que quiere hacerme muchas cosas y ninguna es buena; con todo, el desmadre de la muerte de Catalina, el encarcelamiento de Ronan y la desapareción de Ryder, que resulta ser el "detective", he intentado escapar, pero es que ni en Alcatraz había tanta seguridad, ... Por otra parte, también me he vuelto en objeto de burla para Kosem y el jeque.

Otto, sigue enloquecido porque por primera vez en años su hermana la ha llamado, aunque esa no es la única razón, pues ha tomado la decisión de dejar las drogas después de que lo ingresaran al hospital, por una sobredosis, le hicieron un lavado de estómago, mientras yo sentía que me ahogaba con tanto en tan poco tiempo. Sentí que podría perder a mi amigo, eso me llevo a un ataque de ansiedad, solamente en ese momento Lubóng estuvo a mi lado. Después de calmarme se fue, porque, agote su paciencia al intentarlo convencer de que debíamos buscar al verdadero culpable para que el rubio saliese del lugar en donde estaba. Mientras que Harper ahoga sus penas amorosas jugando y cuidando al bebe.

Menuda semana de mierda.

Freno, cuando me toman de la cintura con rudeza, no me espero a adivinar cuál de los locos quiere matarme, simplemente le testo una patada para seguir corriendo, pero esta vez en dirección a mi habitación. Pienso que lo he perdido al adentrarme en el bloque de chicas, pero un silbido hace que no ralentice mi paso, menos cuando aparece otro chico, dejándome un pasillo el cual tomo sin saber a dónde me llevara, lo que más me asusta de esta situación es que no hablan, no dicen que quieren de mí o que me van a hacer, solamente me obligan a tomar caminos que desconozco para no morir.

Me veo en una encrucijada, cuando aparece una tercera persona, cerrándome el pase, me acababan de acorralar y lo peor es que yo misma los ayude a lograr su propósito

— Yo también solía correr, no para desestresarme como tú... sino para ser más rápido que mi presa.

— A Ronan le gustará tener tus cenizas en la cárcel

— Somos tan amables...

— Sois unos cobardes, os metéis con quien creéis poder.

Ladro algo que no le hace nada de gracia a la chica, pues se acerca intentando clavarme una daga negra, la esquivo con dificultad, cuando se acerca uno más, cojo a la que está a mi alcance y se la lanzo al tercer hombre. Esos instantes de distracción los ocupo para salir corriendo, cuando un metal frío choca contra mi espalda, caigo al suelo retorciéndome por el dolor, seguido de eso, la misma chica que empujé se sienta sobre mí, impidiendo que me pueda escapar. Se me nubla la vista con la bofetada que me da la chica, llenando mi boca de sangre. Uno de sus acompañantes toma mis pies atándolos con una soga, pataleo, logrando otro golpe en la rodilla, este hace que llore pidiendo ayuda, en medio del oscuro pasillo.

— ¡Suéltame!... ¡Ayuda!

—Shhh...

— Mumnum

Muerdo su mano para quitármela de encima, pero nuevamente logro que me arda la cara, y los brazos cuando los estiran hacia arriba para atarlos...

— Toda tuya

LacronetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora