|¿Por qué?|
RONAN
Llevamos dos días en este maldito lugar, no encontramos a Riley por ninguna parte, y juro que se me está yendo la vida por ese motivo. Ella estaba bien, debía estarlo.
— ¡Ronan, debemos irnos!
— ¡No me moveré de aquí, hasta que no la encuentre!
— ¿Crees que eres el único que desea que suba a ese puto coche con nosotros?
— Ya lo he dicho, no me iré sin ella. Podéis iros, yo seguiré buscando.
Me doy la vuelta para, seguir caminando, cuando veo unas líneas de tierra, ahora mojada, como si alguien la hubiera cogido. Tal vez ha sido algún animal, pero igualmente sigo caminando recto, cuando llego hasta un acantilado, y allí veo a Seth tumbada boca abajo, me acerco a él y a juzgar por su aspecto, había muerto seguramente alrededor de veinticuatro horas, me acerco más a la punta del acantilado, y allí se halla esta una Glock 17 me acerco más, con un mechón largo, miro el mar retrocediendo, la bilis escala por mi cuerpo queriendo salir de mí.
— No; no, no, no, ¡no, joder!
— Ronan...
Dice Lubóng, niego dando vueltas con las manos frotando mis orejas, me iba a dar un puto ataque de pánico. Los escalofríos recorriendo mi cuerpo, el sudor que se mezclaba con las gotas de lluvia y los mareos, mientras se me pasaba Riley por la mente
— ¡Riley!...
— Ronan... Ronan
— ¡Riley!
Grito apartando a Callum.
— Ronan... ¡Ronan ya basta!
Acuna mi rostro para que lo mire, él no temblaba, solo le salían lágrimas silenciosas.
— N-no podré arreglarlo, ni decirle que la amo... nunca le dije te amo
Susurro, lo abrazo porque necesitaba uno de sus abrazos, uno de esos que transmitían paz. Se separa unos instantes de mí, para hablarme.
— Vámonos...
— Hay que seguir buscándola.
— Hay más de ciento cincuenta hombres por todo el lugar, encontrarán su... La encontrarán
Me hace andar hacia el coche y de camino a casa solo puedo pensar en todo lo que tenía planeado, porque sí; tenía mucho planeado. Ni siquiera era nuestra novia, se lo íbamos a pedir, pero paso lo de su padre y el plan se truncó, se lo íbamos a pedir justo mañana, tres de abril, su cumpleaños.
Llegamos a la mansión, y subo a mi alcoba, necesitaba una ducha hirviente para quitarme esa sensación de frío en el corazón. Me paso el suficiente tiempo como para que llegue la hora de desayunar. No tengo hambre, pero Callum me obliga a salir, pues apenas he comido correctamente durante estos meses.
— ¿Cuándo habéis venido?
Ninguno de los dos contesta a Alice, lo que hace que vuelva preguntar un par de veces.
— Cierra la boca de una vez, ¿no ves que están de luto?
Miro a Kosem, sin ánimo alguno de responder, u ordenar que guarde silencio.
— Han encontrado el lugar en donde tenían a Riley, pero no a ella, se ha muerto. Por fin. Es una pena que me hayan quitado la satisfacción, pero que se le va a hacer.
— ¿Eso... es cierto?
— Claro que lo es.
— Ronan... Callum. ¡¿Es cierto!?
Pregunta nuevamente empujándonos.
— ¡Es cierto, no estaba!, ahora apártate de mí
Se sienta nuevamente, viendo al frente, viendo a la nada. Hasta que se pone en pie y coge a su hija
— ¿A dónde vas Alice?
— ¡Riley sigue viva!... lo que pasa es que no habéis buscado bien.
— Alice...
— ¡¡Suéltame!!
La pelirroja sale del lugar, con su hija.
— Dado que he confirmado, una maravillosa noticia, me complace decir que me voy.
— Ya te estabas tardando víbora
Murmura Callum.
—Adiós a todos
[...]
Son las una de la tarde y Kosem, me ha llamado, citándome, no dudo en coger el coche cuando me dice que se trata de Riley, llego a un apartamento, de paredes blancas, y ventanales enormes. Pico la puerta y la abre una Kosem muy arreglada, demasiado diría yo, se echa a un lado y paso.
— He preparado algo para ti.
— Dijiste que era sobre Riley.
— Y lo es, adelante.
Camino hacia el salón.
¿Cómo no lo vi venir?
Globos de colores vibrantes yacían por el lugar, junto a un ataúd con una mierda asquerosa, y un cartel enorme que decía "felicidades por haberte deshecho de esa mierda"
— Como dudo que vuelvas a encontrar su cuerpo, torturado con electricidad, frío, y demás, te traje lo más parecido que encontré, y me aseguré de que estuviera en la casa de seth.
La rabia que siento se multiplica por cien cuando, reflexiono sus palabras. ¿Cómo sabía ella, como la había "torturado", y donde estaba?, si las únicas personas que lo sabíamos no habíamos soltado ni una sola palabra.
— No pongas esa cara, es lógica.
— ¡Lo sabías, y no dijiste donde estaba!
— Advertí muchas veces que acabaría con ella si seguía cerca de vosotros.
Llevo mi mano a mi bolsillo sacando mi navaja. Acercándome a ella peligrosamente. Había llegado muy lejos.
— También te advertí que habría consecuencias si le hacías algo.
— No te atreverás a matarme, ¡Selin se te está olvidando, reacciona!
— ¡Selin es una puta mierda comparada con Riley!
Digo antes de degollarla.
— E-esto no te la devolverá.
— No, pero al menos no darás por culo.
La suelto en el suelo, y me doy la vuelta para marcharme cuando veo a una cabellera negra mirando el charco de sangre.
— Te me has adelantado.
— Es lo justo.
Murmuro, Selin no estaba porque él, la había matado, ¿por qué?, no lo sé, nuca quiso dar un motivo, solo un día llegué y lo encontré matándola. Por eso se acabó la confianza que tenía con él, por eso no quería que Riley se acercara, hablara, o mantuviese ninguna relación con él. Aunque poco a poco fui cediendo.
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Lacronette
Teen FictionVerdades que duelen, secretos que matan. Una familia inusual, una institución convencional, dos muertos, más secretos, mentiras y escándalos. Bienvenidos a Lacronette.