Llevó mi mano a sus labios para dejar un suave beso en el dorso de esta, con la mirada fija en mí aún.
—Te toca – murmuró contra mi piel.
Asentí lentamente y él me soltó la mano para que pudiera coger los regalos con mi nombre.
Había tres.
Abrí el primero lentamente, intentando descifrar que era antes de verlo.
Mi cara se volvió escarlata cuando vi las letras de lo que era.
Miré directamente a Mel, que tenía una sonrisita pícara en los labios.
—Enséñanoslo, Ashley – dijo.
—Eso, no seas tímida – animó Hope.
Y para mi sorpresa, Axel tenía la misma expresión que las otras dos.
Suspiré antes de sacar una cajita con un lubricante del envoltorio.
Mi cara se volvió aún más roja cuando Axel habló.
— Intense Orgasmic – leyó.
Hasta Aiden y Jason parecían divertidos con la situación.
Dibujé mi mejor sonrisa.
— Gracias, chicos, muy amable por vuestra parte.
— De nada – murmuraron los tres al unísono.
— Confiamos en que lo utilices sabiamente – me dijo Hope.
Axel me guiñó un ojo y yo puse los ojos en blanco, ignorando el calor que desprendían mis mejillas, mientras me disponía a abrir el otro regalo.
Una sonrisa se dibujó en mis labios y miré directamente a Luke.
Saqué un pijama de Bob Esponja entre los papeles.
Nadie dijo nada mientras yo y Luke nos mirábamos con una sonrisa y yo me dispuse a abrir el siguiente regalo.
Rasgué el papel lentamente y saqué de ahí un libro.
Y no cualquier libro, sino que era el primer libro que había leído.
El principito adornaba mis manos en esos momentos.
Sonreí mientras dirigía mis ojos hacia Aiden.
Él me sonrió débilmente y dejó un beso en mi frente.
Abrí el libro por la primera página y encontré unas palabras escitas a mano.
Para Ashley Harper, alias Kent, una persona con un gusto musical nefasto.
Y la firma del autor.
Ni siquiera sabía cómo había conseguido la firma de Antoine de Saint-Exupéry, pero no importaba.
— Dios – murmuré – Gracias.
Ese era un regalo que guardaría toda la vida.
Él no respondió, así que miré hacia delante felizmente.
Quedaba solo mi regalo para Annie.
— Feliz Navidad – dijo Axel.
Con una sonrisa genuina, todos lo repetimos antes de levantarnos para recoger los papeles que poblaban el suelo.
Desayunamos entre bromas y risas hasta que Hope propuso que fuéramos a dar una vuelta por el pueblo para hacer algo.
Aiden me condujo escaleras arriba cuando terminamos el desayuno.
— ¿Dónde vamos?
— A vestirnos.
Lo miré con los ojos entrecerrados, pero lo seguí mientras llegábamos a la habitación.
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Sirimiri entre cicatrices
RomanceBIOLOGÍA LLUVIA DE BALAS 1🌧 Ashley Harper dejó de creer en el amor tiempo atrás. Este solo le había traído desgracias y pesadillas que aún no había sido capaz de superar. Aiden Blake esta lejos de ser un chico normal. Vive rodeado de pistolas desde...