Mente Maestra la saga

9.- Comunicación.

― ¡Azul! ¡Azul!― Grita alguien.
Olivia me ha puesto a trabajar en el cultivo de los alimentos, al lado de una chica que no para de hablar. Por mi está bien, ya que no tengo palabras que ofrecer.
Quien grita mi nombre es Regina.
― ¡Hola!― Saluda a la otra chica.
Curiosamente esta le responde con un asentimiento de cabeza.
―Sander dice que debes venir conmigo para que Dexter nos dé material para que te comuniques ¿No es genial? ¡Ellos creen que podrás hablar! ¡Vamos!― No ha terminado de hablar y ya me está empujando a la salida.
Quiero poder hacer preguntas para poder tener las respuestas apropiadas, pero me doy cuenta de que Regina ya ha sido regañada antes, por Liam, cuando ella trataba de decirme que sucedió.
Recorremos los túneles y pasamos por el lugar donde todos se reúnen a comer, el panal, me explicó Sander que lo llamaban. Y tiene sentido ese nombre.
Regina no para de hablar y no estoy segura de que sepa que lo hace, solo veo su boca moverse sin comprender nada de lo que dice.
Llegamos a donde se supone que debemos llegar, porque Reg se detiene. Estamos en el pasillo del espejo, donde él se esconde, el chico de las computadoras, Dex, lo llama Sander. Ahí está él, su cabello platinado se deja ver desde mucho antes.
―¡Azul!― Exclama Sander.
Me encojo de hombros y sonrío. Sander le da un codazo a Dex para que nos ponga atención.
―Hola―. Saluda sin despegar los ojos de la pantalla.
―Dex dijo―. Explica Sander― .Que como no puedes hablar, deberíamos buscar una forma para que te comuniques…
―Eso lo dijiste tu―. Lo interrumpe Dex―. Yo sólo sugerí una manera y tú te emocionaste como un loco.
Sander pone los ojos en blanco y se dirige de nuevo a mí.
― ¿Sabes escribir, Azul?
Muerdo mi labio y niego con la cabeza. Dex y Reg ahogan una risa.
― ¡Conseguiste una completa inútil!― Exclama Dexter.
Miro al suelo a causa de la vergüenza.
―Ignóralos―. Pide Sander y toma algo que está sobre el escritorio―. Voy a mostrarte como escribir.
Los acompañantes vuelven a reír, pero pronto se callan. Regina se va cuando nadie le presta atención y Dex ya está perdido de nuevo en la pantalla.
Unas horas después ya sé que significa cada letra, número y símbolo. Sander me dice como se forman las palabras. Incluso me dijo que lo primero que aprendí se llama alfabeto.
Él se estira después de mucho tiempo.
― ¿Tienes hambre?― Pregunta.
Tomo la libreta y el lápiz que me ha dado y escribo: Sí.
Sander me mira. Esta emocionado.
―Sera mucho más fácil de esta manera―. Sonríe― ¡Mira esto, Dex! Azul ya sabe escribir.
Dexter no despega sus ojos de la pantalla.
―No es tan inútil como pensaba―. Dice con voz muerta.
Sander pone los ojos en blanco y ambos salimos de ese lugar. Le devuelvo a Sander la libreta y el lápiz.
―No―. Me dice―. Es tuyo, es un regalo.
Frunzo el ceño y escribo: ¿Regalo?
―Sí, mira. Cuando te importan las personas tu les das cosas, esos son regalos.
Asiento. Si entiendo, creo.
―Aprendes rápido―. Comenta.
Escribo: Gracias.
―Habrá que conseguirte más de esas cosas pronto.
Asiento y quiero escribir algo más, pero ya hemos llegado al panal, donde todos están sentados para disfrutar su comida.
Liam está ahí, y me mira de una forma que me hace querer ocultarme detrás de Sander. Amanda está a su lado, ambos hablan sobre algo que no puedo escuchar.
―Busca a Regina―. Instruye Sander―. Voy a tener que dejarte por ahora, Azul. Pero mañana te buscare para seguir practicando, aunque creo que en poco tiempo tú serás quien me muestre a mí.
Sonrío para él y me marcho para buscar a Regina en alguna de las mesas. La encuentro, ella mueve los brazos para que yo pueda verla. Me siento a su lado, ya hay comida para las dos.
Empiezo a meter cucharadas de lo que sea en mi boca, mucho más despacio que el día anterior, ya que no quiero vomitar frente a todos de nuevo.
Regina comenta cosas sin sentido de nuevo. No quiero volver a hablar si voy a parlotear así siempre.
Me asalta un pensamiento. Uno en el que golpeo su cabeza contra le mesa de metal para que deje de hablar. Sacudo mi cabeza para deshacerme de esas ideas que ni siquiera son mías.
“No, son mías” Me dice la voz.
“¿Cómo puedes querer algo así?”
“Ya me tiene harta, escríbele que se calle, que te duele la cabeza”
Saco la libreta. La voz tiene razón, Regina tiene que callarse algún día, y a decir verdad, la cabeza comienza a dolerme, pero es un dolor normal, no aquel que antecede a un ataque.
Me interrumpo de seguir escribiendo cuando una puerta se abre de golpe en el panal. Todo es silencio. Nadie dice nada. Solo las respiraciones mezcladas.
Es Dexter y nos mira de una forma que parece sorprendida.
―Tienen que ver esto―. Anuncia en voz muy alta y aplaude una vez.
La pantalla grande que está en el panal, la que no he visto encendida hasta ahora, se prende, como si respondiera a una instrucción que el chico le da a través de esa palmada.
Escucho como todos ahogan una respiración y me miran. Todas las miradas ahora están sobre mí.
Liam me barre con sus ojos fríos y Amanda grita: Se los dije.
La pantalla muestra una fotografía grande, la chica es igual a mí, sólo que sus ojos brillan con un odio demasiado fuerte y sus labios esbozan una sonrisa sádica y retadora.
A su lado hay letras que dicen:
Presa: 930430
Nombre: Cheslay Aksana.
Nivel: 2
Y ofrecen una cantidad muy grande de dinero. Soy yo, ellos me están buscando.
¿Qué demonios significa nivel 2.