—No confío en él— dijo Cheslay mientras echaba un vistazo hacia la tercera mesa a la izquierda, donde los gemelos comían.
— ¿En él?− preguntó Sander―. Ella es tan tétrica como Merlina Addams.
Sander había salido del hospital dos días atrás, continuaba con sus pruebas de laboratorio, pero ya no necesitaba estar en recuperación, ya que su pierna estaba mejor que nunca. Ahora compartía habitación con Andy y el que habían traído, Noah. Según Dylan, el chico era un pequeño príncipe, no tenía cicatrices, ni siquiera callos en las manos. No le agradaba, a Dylan no le gustaban las personas privilegiadas, ella lo sabía.
Habían pasado tres días desde la historia de Lousen, y él no los había citado para hablar después, quizá solo necesitaba tiempo Dylan y Cheslay no estaban muy ansiosos por continuar, por escuchar eso que justificaba todo lo que les hicieron desde antes de cumplir los ocho años de edad.
—No sabemos a qué te refieres con Merlina—espetó Dylan mientras picaba un par de cosas en su plato.
— ¿Por qué no intentan darse una vuelta por la biblioteca?―preguntó Amanda―. El lugar es fascinante, hay de todo, es como si se hubieran preparado para la perdida de información, es como no se... si le pasa algo a ese lugar sería una desgracia tal como en Alejandría.
—Ese tipo de referencias si las entiendo—aceptó el uno―.Sé lo que era Alejandría y su gran pérdida histórica, pero no tengo porque saber quién es Merlina o Wolverine o todas esas porquerías de las que él habla.
—Sus pensamientos no concuerdan con sus acciones, y saben poner bloqueos mentales... no confío en ellos—continuo Cheslay sin dejar de mirarlos, ignorando por completo la conversación.
—Me estás asustando—dijo Sander.
—No planeo asustar a nadie—contestó y siguió comiendo—. Es solo que... tengan cuidado con ellos dos.
— ¿Y qué me dices de los demás?―inquirió Dylan― ¿Velika? ¿Lousen? ¿La ministro? ¿La Doctora Brahim? ¿Lanhart?
—Velika es tan inocente como Ian, ella no piensa mal de nadie, creo que podemos acercarnos. Haru puede ver el futuro y sus pensamientos nunca están en orden, suele revolver los tiempos. Lousen es un libro en blanco, me bloquea para cualquier cosa que no desee compartir. La ministro siente lastima por nosotros, por todos los evolucionados, pero no dudará en utilizarnos para sus fines. La doctora Brahim es interesante, me agrada la frecuencia de sus pensamientos ya que siempre tienen un orden, sabe a lo que va y no se complica en lo demás. Lanhart solo es un ebrio sin oficio ni beneficio, no piensa gran cosa más que maldiciones y reproches, está enojado consigo mismo—explicó la mentalista.
—No confío en nadie de este lugar—comentó Dylan.
—Creo que eso es más que obvio― señaló Sander.
El uno iba a replicar, pero la llegada de varias personas lo interrumpió. Andy tomó lugar junto a Amanda, Ian y Belak se sentaron al lado de Sander, el primero mirando hacia abajo en todo momento y el segundo comiendo como si no hubiera un mañana. Cheslay se dio cuenta de que todos llevaban la placa al cuello, todos excepto Ian, quien parecía querer hundirse en el plato de puré frente a él.
Andy comenzó con otra conversación, una en la que decía que estaba siendo entrenado por otros con habilidades animales, que Amanda debería probar también. Belak dijo que lo pusieron a trabajar con otros de categorías tres y siete, que se dedicaban a arreglar maquinas, en ese sitio había conocido a Luisa, la siete de las bodegas, incluso señaló que ella era muy inteligente.
En la resistencia parecía haber sitio para cada uno de ellos, incluso Lousen le había mencionado a Cheslay, más bien le había ofrecido la oportunidad de trabajar con otros mentalistas, de entrenar a personas que no sabían cómo utilizar su habilidad, ella aun no le daba una respuesta, algo de ello llamaba su atención, sin embargo tratar con personas ajenas la llenaba de incertidumbre, más si eran otros mentalistas. Lousen también ofreció algo a Dylan, que entrenara a algunos que querían valerse por sí mismos en el mundo exterior, quienes querían aprender a cazar a quienes los cazaban, un grupo destinado a ir en contra de los cazadores. Cheslay tampoco conocía la respuesta de él, pues últimamente no estaba muy comunicativo, ella pensaba que estaba enfadado.
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Mente Maestra la saga
Ciencia FicciónNo tengo nombre. No tengo un pasado. No tengo recuerdos. Ellos me buscan. Otros me cazan y otros dicen que quieren protegerme. No sé en quien confiar. ¿En aquel que dice quererme? ¿Aquel que dice haber cruzado el mundo entero por...