24 (2ª Temporada)

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- ¿Vives sola, Mika?

La nombrada negó con la cabeza, abriendo la puerta de su casa.

La casa de Mika tan solo tenía una planta, aunque esta era bastante extensa. De todos modos... parecía un hogar solitario, o eso pensó Rika.

- No, exactamente.

Negó la joven musical.

- Mis padres están de viaje todo el tiempo, pero nos hablamos todas las noches, por tanto, no me siento sola.

Explicó, extrañamente sonriente.

Rika no sabía si la actitud dulce y optimista de Mika le daba, o bien arcadas, o extraña.
Era normal, pues Índigo y Violeta no eran muy... simpáticos, que digamos.

- ¿Y tus padres, Rika?

Aquella cuestión le pilló de improvisto a la chica espectral.

- No tengo. Tampoco los echo de menos, honestamente.

Mika se entristeció un poco, pero optó por no mostrar su pena, por lo menos, superficialmente.

- Si quieres puedes ir a darte una ducha. El baño está al fondo, a la derecha-

Se cortó inmediatamente cuando recordó una cosita.

- ¡Oh, y espera, espera, que te traigo toallas y algo de ropa!

Mika corrió como una exhalación hacia una habitación en uno de los pasillos de la casa, mientras que, Rika, se quedó en el sitio, parada.

"¡Qué rápida!"
.
.
.

Daniela por fin había logrado conciliar el sueño.
Llevaba, por lo menos, tres días con la misma cuestión en mente:

"Aunque creo que ella no tenía oro en el pelo, como tú."

"¿Eh? Pero el tuyo brilla, el mío, no."

- ¡¡UHHHGG!!

Gruñó con frustración, pegando su cara contra la almohada. Y, porque no era de esas personas a las que no les costaba nada maldecir, porque si no, hubiera gritado todo tipo de vulgaridades a los cuatro vientos.

¿Por qué tan simples palabras la tenían en alerta? ¿Cuál era, siquiera, su significado? O, mejor aún, ¿tenían un significado? Se trataba de Abel, después de todo. Un misterio en sí mismo.

- A parte de lo que me contó Bruno, Abel nunca me ha dicho mucho más sobre él, o su niñez...

Pensó la rubia en voz alta. ¿Por qué le estaba dando tantas vueltas al asunto? ¿Por qué, en primer lugar, un híbrido había llamado su atención?

Agarró con cuidado, un mechón de su cabello. La habitación estaba oscura, pues ya era de noche. A pesar de ello se podía distinguir, aunque ligeramente, el color de su cabello.

- Mi cabello brilla...

Repitió las confusas palabras del híbrido. Casi parecía que era él, hablando por ella. Fue un sensación extraña.

○~Sobrenatural~○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora