17 (4ª Temporada)

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Lo primero que se encontraron nada más entrar en el edificio fue a Kira en el suelo. Su cuerpo estaba cubierto con cortes, y algunos hilos o trozos de estos se podían encontrar alrededor de ella, o incluso enganchados en su uniforme.
María fue a paso apresurado a asegurarse de que Kira siguiera viva, porque, vale que no había sido, ni mucho menos, la mejor persona de todo el instituto, pero si había algo que María había aprendido que nadie merecía, eso era la muerte.

- Kira, Kira.

La llamó en voz baja, sacudiendo su hombro. Estuvo unos instantes entrando en un pánico silencioso ante la falta de una respuesta por parte de la ex-bully, incluso si era un "¡Deja de tocarme, puta pesada!", pero, a esas alturas, María se conformaba con tan solo que nadie muriera. Ya le bastaba y sobraba con Lino, aunque su muerte fue cosa suya y no por ningún enemigo.

- Esa chica... Ha forzado sus músculos para proteger sus órganos vitales.

Habló una voz que María, para su desgracia, reconoció.

- Violeta.

Gruñó por lo bajo. Violeta, en más de una ocasión había ido a visitar a María cuando ella estaba en la celda. Fue allí donde Violeta le había contado, con un notorio sarcasmo, cómo Daniela le había propiciado la bofetada del siglo por haber utilizado los restos de la madre de Abel cómo partes del director.

- Ya decía yo que eras sospechoso.

Le habló Violeta a Lino con notorio desagrado. Lino, en respuesta, se encogió de hombros con una sonrisa divertida.

- Verás cómo se lo toma Índigo.
- ¿Una mujer supuestamente tan fuerte como tú necesita de su hermano para asegurar su victoria?

Burló Lino.

- Qué decepción. Y yo, aquí, pensando que ibas a suponer un desafío mayor. No eres más que una-
- No hagas el gilipollas, pelo-tomate.

Interrumpió Kira débil, pero, de algún modo, lograba mantener la esencia natural de Kira.

- La zorra esta tiene veneno en sus hilos. Anticoagula y luego paraliza tu cuerpo... Bleg.

Kira empezó a escupir una espuma blanca, alertando a los demás.

- ¿Veneno, has dicho?

Jadeó Sakura, acercándose rápidamente hacia Kira para atenderla, poniéndola hacia un lado para que no se ahogara con los espumarajos que estaba escupiendo.

- ¿Estamos sordos o qué?

Gruñó la de ojos miel, inmóvil, dejando que Sakura palpara un poco su piel para examinar la gravedad de sus heridas. Notó la piel rígida, tornándose de un tono blanquecino al estar quedándose sin circulación; músculos fuertemente presionando para evitar la expansión del veneno, y, cómo no, los cortes que continuaban sangrando, ahora más levemente al estar quedándose sin sangre por las zonas más superficiales de su cuerpo.

- Efectivamente, has tensando y forzado los músculos.

Siseó Sakura, casi pudiendo sentir el dolor de la presión que tenía Kira en sus músculos.
Posó sus manos sobre las heridas de la ex-bully, y crecieron flores sobre las heridas.

○~Sobrenatural~○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora