○~Sobrenatural~○

8 (3ª Temporada)

María estaba en su cuarto, mirando al techo, pensando en qué pudo ocurrir la noche anterior. No recordaba absolutamente nada, y, el que su hermana hubiese empezado a ser distante aquella misma mañana la habìa preocupado a más no poder.

De pronto, alguien tocó la puerta de su cuarto, a lo que, por costumbre, se levantó hasta quedar con la cara mirando hacia la puerta.

- ¿Hermana?

Preguntó María, con un ligero brillo de esperanza en su mirar. Tal vez, Daniela la iba a decir un "Lo siento por haber sido así contigo", o, "Estoy algo cansada y por eso parezco algo distante".
Por otra parte, la parte más profunda de la mente de María sabía que, ni de coña, iba a pasar algo así.
Sabía que tenía algo que ver con las sombras y perturbadoras imágenes que sus poderes crearon en su contra, la noche anterior.
¿Lo peor? Nadie le dijo nada a la pelinegra sobre el tema. Ni Bruno, ni Karina, ni siquiera, Sakura.

Daniela tampoco había coincidido con ella, pues la rubia necesitaba tiempo para sí misma. Se desahogaba, a parte, aprovechando los entrenamientos con Abel, quien, sorprendentemente, había comenzado a desarrollar, a esas alturas, algo similar a lo que podemos considerar un "sentimiento de protección" hacia Daniela. Esto se debió a que, desde que la vio tan vulnerable y derrumbada al descubrir "la verdad sobre María", algo hizo un click en su persona, cambiando levemente su forma de pensar.

- No, soy Sakura.

Se identificó la voz desde el otro lado de la puerta.

Aun perezosa, la pelinegra sacó algo de fuerza de voluntad para abrir la puerta y no quedar como una completa maleducada.

- Perdón por molestar. Daniela me ha dicho que Coral no vendrá hoy. Dice que ha pasado algo-
- ¡¿Que Coral no viene?!

Chilló una voz desde otra habitación cercana, de la cual salió un Kurai alarmado.

- Ay, no, mi gatita bonita, ay no, ay no...

Empezó a maldecir el albino, que, si estuviera vivo, parecería que le fuera a dar un ataque de miocardio.

- ¿Gatita? ¿Le llamas "Gatita" a tu novia? ¡Qué romántico!

Exclamó, sonriente, Sakura.

María, irritada por la actuación de Kurai, tras un bufido, habló.

- ¿Quieres calmarte de una vez? Tu novia está perfectamente. Habrá quedado con amigos, o yo qué sé.

Sakura puso una cara extraña, como si María acabase de decir algo que no tenía por qué ser del todo cierto.

- D-de todos modos, Kurai, no te preocupes que Coral-
- Es muy fuerte, lo sé. Sois vosotras las que no lo véis.

Con aquellas palabras dichas, el albino se fue a su cuarto, cerrando la puerta de un portazo.

- ... ¿Hábeis infravalorado a Coral en algún momento?

Preguntó la de cabellos castaños, y María se quedó pensativa.

- No, que yo recuerde... Por lo menos, no, por mi parte.

Dijo, volviendo su mirada a la de ojos rosados.