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Noah volvió al día siguiente con unas carpetas llenas de papeles. Y, cuando digo llenas, es LLENAS, a reventar.

El caso es que, de nuevo, había vuelto a quedar con las chicas y Kurai, con la intención de enseñarles con mejor claridad los planos del instituto, ya que, el día anterior... Digamos que las cosas no salieron como había pensado en un inicio.

*Flashback*

- Oye... Igual mejor nos traes mañana unas copias a papel, ¿no crees?

Comentó Celina.
El chico no entendió a lo que la artista se refería, hasta que vio que las letras del plano, al ser tan pequeñas, a penas se podían leer.

- Sí, por favor. Los ojos me están doliendo por no poder leer esta letra tan minúscula.

Comentó María achicando los ojos un poco, ya que, ni haciendo zoom en la pantalla, se podía leer con claridad aquella letra.

Con un poco de vergüenza, Noah se disculpó y volvió a guardar su móvil, prometiendo que, al día siguiente, traería los planos impresos.

*Fin del flashback*

- Wow...

Fue lo único que salió de los labios de las chicas, quienes miraban aquellos planos de tamaño DIN A3 que estaban tendidos sobre la mesa de madera de aquella vieja biblioteca.

- Espero que con este tamaño no tengáis problemas para ver.

Dijo el pelinegro.

- Nosotras para ver, lo dudo. Pero tu espalda... ¿está bien?

Cuestionó Daniela, viendo al pelinegro tiritar.

- No.

Confesó el pelinegro, y Nerea lo ayudó a sentarse.

- Gracias, Nerea. Es por chicas como tú que todavía no me he vuelto puramente homosexual.
- No sé si tomármelo como un halago o como ofensa.

El pelinegro rió.

- Chaval, si le vas a dar a la lengua, que sea en un apasionado beso entre mi hermana y tú. Si es para decir gilipolleces y sinsentidos, cierra la boca.

Dijo Alba, rodando los ojos.

- No sé quién dice más sinsentidos aquí, si te soy sincera, hermana.

Murmuró la de ojos platinos.

- No, pero, venga, venga.

Apresuró Kira, enfatizando con unas cuantas palmas.

- Muéstranos los planos, Noah, y dinos un poco de ellos.

Con eso, Noah esparció los planos sobre la mesa.

Aquellos planos mostraban, no solo las pocas facultades del centro que conocían, sino un sinfín de aulas, departamentos y hasta áreas de más, cuya existencia les era desconocida.

- Cuando digo que este centro tiene muchas cosas, no lo digo en broma.

Comentó Noah, sacando un rotulador amarillo fluorescente, al cual quitó la tapa con el característico *clack* que suele sonar cuando la tapa de un rotulador cubre la punta de este, y se ajusta un poco más abajo de esta a presión.

○~Sobrenatural~○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora