20 (4ª Temporada)

3 1 0
                                    

Bruno no sabía en qué momento había pasado en esos dos extraños pero emocionantes años, pero tampoco se había molestado en preguntar para obtener detalles que, por ahora, no le eran de importancia.

- Vas a ser tío~.

Aquello se lo había dicho Alicia, con una sonrisa de oreja a oreja y una mano sobre su vientre.
Por su parte, el pelinegro estaba a nada de empezar a tener un tic nervioso en el párpado.

"¿Cómo es posible? ¿A caso los espectros y los humanos son criaturas compatibles a la hora de reproducirse?"

El pelinegro no pudo evitar hacer una mueca de desagrado. Algo en el interior de su mente gritaba "¡Necrofilia!", pero otra parte de él estaba bastante orgulloso de que Alicia y Miguel hubiesen logrado crear una nueva forma de vida, que, según había visto el propio Bruno en una analítica que le hizo a su profesora, el feto resultaba tener información genética humana y, luego, tenía algo parecido a fracciones de un material genético extraño, unicatenario, en zonas concretas de su genoma. Vamos, que, en resumidas cuentas, el resultado de aquella fecundación había sido un híbrido.

- Es un chico, mirad, tiene genitales masculinos.

Señaló Bruno, en una ecografía que había logrado hacer en su sofisticado laboratorio, lugar donde pasaba la mayor parte del tiempo, buscando alguna forma de salir de ese mundo, a su mundo real. Miguel y Alicia habían ayudado, claro, pero a Bruno le gustaba la aventura que suponía el camino de la ciencia, experimentar, descubrir el porqué de las cosas.

- Toca pensar en nombres.

Suspiró Alicia, algo cansada, ya que el ser en su vientre drenaba gran parte de su energía, según su alumno, bastante más que lo que debería hacer un feto promedio, pero, bueno, era híbrido, así que tenían que dejar de pensar en él como un ser humano puro.

- Abel.

Soltó el pelinegro, guardando la ecografía en un cajón de su escritorio del laboratorio.

- Hala, ya no tenéis que pensar.

Habló, algo incomodado por el silencio sepulcral que había en el laboratorio.

- Buena esa, Bruno.

Rió levemente Alicia, acariciándose su vientre, ya algo hinchado, al fin y al cabo, ya llevaba, por lo menos, un par de meses embarazada.
.
.
.

Alicia tuvo un parto algo complejo, pero logró sobrevivir, y Abel salió sano y fuerte, un bebé de apariencia física humana, pero, tal y como Bruno ya había analizado su material genético, poseía también rasgos de espectro, como una piel negruzca y ojos completamente blancos y brillantes, aunque, con el paso de los días, sus rasgos físicos empezaron a configurarse hasta tener la apariencia de un bebé completamente humano.
Era un bebé que no hacía ruido, mamaba de su madre, dormía menos de lo que un bebé humano normal debería (tanto, que Bruno más de una vez le inyectó un sedante porque Abel se levantaba por las noches e iba gateando a otras estancias del edificio, y, por miedo a que fuera a su amado laboratorio, Bruno tomaría esas medidas), pero también tenía mucha fuerza.

- ¡AH, JO...pelines, Abel...

Se impactó Bruno, aunque, al darse cuenta de que sólo era Abel pasándole una pila de libros tochos se calmó un poquito, agradeciéndole en voz baja.

○~Sobrenatural~○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora