- Violeta.
Llamó Índigo, con cierto timbre de enfado. Estaba bastante alterado, cosa que chocaba mucho por lo calmado que solía ser.
Su hermana lo miró, con desinterés.
- ¿Qué ocurre?
- Del viejo laboratorio se han llevado unas cosas... de pequeña importancia, pero tampoco, prescindibles.Violeta arqueó una ceja.
- ¿Cómo? ¿Quién?
- No lo sé. Pero ahí estaba la cápsula del "nuevo objeto de estudio".Violeta apretó la mandíbula, con furia.
- No podemos permitir que se abra eso. ¡Hay que encontrarlo cuanto antes!
- Iré yo. No sé por qué, pero he perdido el contacto con Rika.Gruñó Índigo, irritado. ¿Dónde estaba Rika, y por qué estaba incomunicada?
"La torturaré cuando vuelva."
Pensó, dirigiéndose a una de las ventanas del edificio donde estaban.
- Ten cuidado.
Avisó Violeta, con tono desinteresado.
- Tsk, conmigo no van a poder.
Chasqueó la lengua y se fue del edificio.
Violeta se asomó por otra de las ventanas de la habitación.
- Esto está generando más problemas que beneficios... Pero, no deja de ser su culpa.
Murmuró.
.
.
.- ... ral... Coral... ¡Coral!
Llamó Mika, y la nombrada abrió de golpe sus ojos, tomando grandes bocanadas de aire.
Le dolía todo el cuerpo, y podía sentir su corazón bombeando en su cabeza, cosa que le generó mucha incomodidad, ya que su cabeza, ya de por sí, dolía y hasta le daba alguna que otra vuelta.- ¿Qué ha pasado?
Preguntó la de mechas, tratando de tener una mínima noción del tiempo y espacio en el que se encontraba.
- ¡Dios mío, te ha pasado algo rarísimo! Me has protegido contra un monstruo, y le has atravesado el abdómen con tu brazo... Bueno, tu brazo estaba cubierto por una luz verde con forma de garra... ¡Y luego te has transformado en un gatito! Aunque, esto último pasó en cuestión de tres o cuatro minutos... O, bueno, lo que tardamos en infiltrarnos en el instituto para que me guiaras hasta aquí.
Las palabras de Mika, aunque las pudo escuchar, las oía como si vinieran desde su cabeza.
Entonces, Coral recordó todo lo ocurrido aquella tarde.
- Rika... Se llamaba así...
Recordó en voz alta, con sus aún frágiles ojos fijados en las luces grisáceas del techo, encima de ella. Estas luces fueron tapadas por una silueta conocida.
- Coral, no te incorpores todavía.
La voz de Kurai sonaba tan lejos pero se sentía tan cerca, como la de Mika.
Coral ya no sabía si su cabeza estaba jugando con ella o algo así. Sus sentidos parecían casi apagados y tenía sueño. Sí, sueño.
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○~Sobrenatural~○
Acak¿Qué harías si vivieras con un poder que te diferencia del resto de la sociedad? ¿Y si ni siquiera tu instituto tiene una historia normal, sino que guarda una variedad incontable de secretos oscuros, que, hasta ahora, nadie se ha preocupado por des...