Kurai salió temprano, por la mañana, para sacar a pasear a Max. El pobre can lo había despertado con una especie de semi-lloriqueos porque necesitaba "ir al baño".
- Parece que va a llover...
Pensó en voz alta, sintiendo cómo el can tiraba con suavidad de la correa.
- ¿Quieres andar más, Max?
El nombrado lloriqueó, empezó a batir su cola y apuntaba hacia una dirección, hacia la que miró el de ojos miel.
- ¡Coral!
Exclamó, viendo a la nombrada, con su uniforme de batalla, pero con cara cansada. Para nada se parecía a la cara de la pobre, durante los exámenes de finales del primer trimestre, no. Aquella cara era de cansancio físico y mental.
- ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño? ¿Te-
- Estoy bien.
Murmuró la de mechas, increíblemente cansada. Kurai no pudo evitar envolverla en un abrazo. Estaba congelada, o, al menos, su traje lo estaba.
- Me alegro de que Max y tú os llevéis bien.
Dijo la de mechas, mirando a su perro, que lamía su mano, contento de ver a su ama.
- Sí... Oye, una cosa, tu amiga, Mika, llamó ayer por la noche por teléfono. No la oí, pero-
Y, tan pronto como Coral había llegado, se fue.
- ¡¿Coral?!
Exclamó Daniela, sintiendo que Coral le agarraba de la muñeca, casi arrastrándola hacia el instituto.
- Tenemos que hablar con Mika y Sybil.
.
.
.
Una vez que llegaron al instituto Coral, Daniela y Abel, vislumbraron a las amigas de Coral.
- Pssst, chicas.
Las llamó, guiándolas detrás del edificio.
- Coral, te he llamado a la madrugada.
Dijo Mika, mirando, preocupada, a su aparentemente cansada amiga.
- Me lo ha contado Kurai. No pudo coger la llamada.
- Kurai, ¿eh? ¿Ese no será el nombre de...
Sybil sacó su móvil, mostrándole a Coral una tétrica foto del cuerpo de su novio, con parte de su cuerpo cubierto de tierra, y la piel en estado de descomposición, sirviendo de manjar para los gusanos y algunas raíces de plantas de la zona.
- ¿¡Pero qué!?
Chilló Daniela, lo más silenciosa posible. La imagen lograba revolver sus entrañas, de tal forma que no podía vomitar, pero, de igual forma, la hacía sentir fatal. Cómo odiaba esa sensación.
- ¿Está muerto?
Preguntó Abel, sin entender muy bien a falta de contexto.
- Kurai estaba muerto cuando Coral lo conoció, era un fantasma que vagaba por este centro.
Explicó la rubia, con el estómago aún revuelto por aquella imagen.
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○~Sobrenatural~○
Random¿Qué harías si vivieras con un poder que te diferencia del resto de la sociedad? ¿Y si ni siquiera tu instituto tiene una historia normal, sino que guarda una variedad incontable de secretos oscuros, que, hasta ahora, nadie se ha preocupado por des...
