15 (4ª Temporada)

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La entrada a aquel edificio de aspecto poco sospechoso fue, irónicamente, un infierno. De la nada, habían surgido decenas de sombras espectrales de los suelos y paredes, tanto del propio edificio como de aquellos que se encontraban cerca de éste, como si hubiera una trampa planeada esperándolos desde hace tiempo.

- Kurai, escúchame bien. Como vea a tus hermanos les pienso partir la cara, ¿me has entendido?

Rugió Kira, crujiendo sus nudillos después de haber hecho que cinco espectros se esfumaran tras conocer su súper-fuerza.

- Por mí, hazles lo que quieras. Mis verdaderos hermanos ya no existen, ya me he mentalizado para el desenlace de esta historia.
- Me lo esperaba más dramático y todo, pero, bueno, eso nos facilita las cosas.

Habló Alba, ciertamente sorprendida, mientras usaba unas cadenas como látigos para apartar a unos espectros de la entrada del edificio.

- Vamos, la entrada está despejada.
- Buen trabajo, Alba.

Agradeció Celina, apresurado su paso para entrar al edificio, junto a sus compañeros.

- Está planta está completamente vacía.

Se extrañó Andrew, aferrándose a su pistola como si su vida dependiera de ello... Bueno, es que, literalmente, su vida dependía de ello.

- Vaya, parece que tenemos visita.

Habló la voz de un hombre, que, cuando los jóvenes lo vieron, se quedaron helados.

- E-ese es...

Empezó Nerea, con su tez volviéndose cada vez más y más pálida.

- ... mi padre, Eugenio... el director...

Terminó la oración Kurai, que apretaba sus puños con furia, al volver a ver aquel rostro que tanto había llegado a detestar con todo su ser.

- Qué caras más pálidas. ¿Por qué no os tumbáis a descansar un poco?

Pareció ofrecer el antiguo director del instituto, hasta que su mirada se posó en Andrew.

- ¡Ay va! Te llamabas Andrew, ¿no?

Los demás miraron al pobre ucraniano, que parecía estar viviendo una pesadilla en esos momentos.

- Sí, el chico que puede manipular el tiempo... Dime, ¿qué tal llevas la muerte de tus compañeros?

Hubo un minuto de silencio, en el que todos pudieron ver cómo sudor y lágrimas comenzaron a deslizarse por la tez pecosa de la cara del pobre Andrew, que sollozaba en silencio.

- ¿Cómo que "muerte de tus compañeros"? ¡Rubiales, habla de una vez!
- Y-yo no... yo no...

Balbuceó el ucraniano.

- Ah, es verdad... Padeciste de amnesia, tú mismo borraste tus recuerdos al retroceder tu propio tiempo al momento en el que todavía no había pasado nada, ¿no?
- Hostia puta...

Murmuró Celina, tapándose la boca con ambas manos por aquella revelación.

- Perdiste la memoria por tu poder al haber perdido a tus compañeros en el "incidente" anterior...

○~Sobrenatural~○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora