○~Sobrenatural~○

20 (2ª Temporada)

- ... Pfft, jajajajajajajajajajajaaja...

Coral no sabía, a estas alturas, si Kurai le estaba gastando una broma pesada. Parecía haber cambiado de chip, de personalidad. Le daba algo de yuyu, en ese aspecto...

- ¿Yo? ¿Matarte a ti? ¡Jamás! ¡Antes, prefiero revivir y suicidarme mil veces seguidas!

Excmamó, en un tono rebosante de locura, que asustaría a cualquiera con tan solo escucharlo.

- ¡U-un momento! ¿Lo que has dicho es cierto?

A pesar de que los ojos de Kurai parecían tan profundos en ese momento, Coral sintió que podía seguir confiando en él. No había cambiado del todo. Aquel era el Kurai que había conocido, hace ya unos meses.

- Sí. Yo maté a mi padre, más por venganza que por placer, pero no te voy a decir que no me sentí bien al hacerlo porque... Ah~, solo de recordarlo siento escalofríos~.

Gimió el espectro, retorciéndose ligeramente ante los escalofríos que decía estar sintiendo.

"¿¡Qué he hecho!?"

Pensó Coral, mientras sus mejillas se iban tornando de un tono blanquecino por el susto.

- Pero, no te preocupes, fue rápido.

Aseguró el espectro, mostrando una llama púrpura surgiendo de la palma de su mano.

- Mis llamas fantasmales son tan poderosas que pueden quemar un cuerpo humano y consumir su alma en cuestión de segundos.

Explicó, aunque, para ser sinceros, Coral se había quedado casi igual que antes: perturbada.

- Una lástima, porque yo quería escuchar sus gritos de dolor, y si, por algún casual, suplicaba clemencia, yo-
- ¿Qué te hizo?

Cortó Coral, con voz temblorosa. Toda la situación era horrible. ¡Las emociones de Kurai estaban fuera de control!

- C-Coral-

Titubeó el albino. La realidad lo golpeó de repente. Coral estaba temblando, por su culpa, por expresar un elevado nivel de locura, por excitarse con tan sólo pensar en su venganza contra su padre...

- O, mejor dicho, ¿qué te hizo, para hacerte así?

Insistió la de mechas. Sentía que no podía más. Demasiados secretos, demasiados sentimientos ocultos... Todo estaba mal. Kurai estaba mal, y nunca se había desahogado. ¿El resultado? Explotar de la peor manera posible, ante la imposibilidad de gestionar sus emociones de forma natural.

- N-no, y-yo- Coral, yo te amo. Lo sabes, ¿no?

Preguntó, cogiendo, entre sus manos, el rostro titubeante de la de mechas.

- Sabes que te amo, ¿verdad?

Volvió a preguntar, sintiendo culpabilidad correr por su cuerpo muerto.

- Y tú... Tú me amas, fuiste tú la que me declaraste tus sentimientos, aquella vez, en el tercer piso-

Recordó, casi desesperado. No podía acabarse así— No quería que se acabase así. Quería estar con Coral para toda su vida, y, una vez que ella muriera pacíficamente, estaría con ella el resto de la eternidad. Ese era el plan. ¿Por qué se estaba todo yendo por la ventana?