○~Sobrenatural~○

14

((Os prometo que ese dibujo no lo hice en ninguna guardia... Pero todos sabemos que esto es mentira 🤣🤣.
No me pude resistir y dibujé a la señorita de las mechas y el fantasma-no-pervertido que la lleva observando Dios sabe desde cuánto tiempo, jajajaja.
En fin, aquí tenéis el capítulo.))

Pasaron, aunque lentamente, dos semanas. Ese mismo lunes Kira volvió de haber estado con expulsion temporal. Sinceramente, no le apetecía volver a las aburridas clases, sin embargo, debía estudiar para ser algo en la vida. O, bueno, por lo menos, así la habían convencido.

- Ser algo en la vida...

Meditó en voz alta, apretando un poco la cinta que sostenía su coleta, la cual, por culpa de la gravedad, acababa cayendo, generalmente, sobre su hombro izquierdo.

- Claro, como si la mierda de sistema educativo que tenemos ayudase algo.

Comentó por lo bajo, antes de quedarse parada, mirando fijamente una puerta muy conocida.

- ... Algún día descubriré qué fuiste, "incidente".

Pensó en alto, poco antes de sentir una mano posada en su hombro.
Se dio media vuelta, y sus ojos se toparon con unos conocidos ojos azules.

- Kira, has vuelto.

Saludó cierto pelinegro, con una perezosa sonrisa. Normal, era primera hora de la mañana.

- Oh, hola, Noah.

Saludó de vuelta, antes de bostezar.
El de cabellos de color carbón miró la puerta del aula.

- Tú también a veces te quedas mirando esta puerta, ¿verdad?

Preguntó Noah, a lo que Kira afirmó murmurando un "mmh".

- Me come la intriga. ¿Qué pasó ahí dentro? ¿Realmente fue una catástrofe sobrenatural, o un incidente, como dicen?

Cuestionó retórica, sin despegar su mirada de la puerta.

- Algún día lo sabremos. No por nada hemos organizado este "club".

Afirmó Noah, haciendo comillas cuando dijo la palabra club.

Unos pasos apresurados se fueron escuchando.

- ¡Kira, holaa!

Alguien exclamó detrás de la nombrada, quien se dio media vuelta.

- ¡Dani, no corras por los pasillos, te vas a caer!

Se escuchó una segunda voz, regañando a la primera.

Kira sonrió.

- Vaya, ¿las mellizas me echaban de menos?

Preguntó con burla.

- Tsk, ya quisieras que yo te echada en falta.

Discutió María, cruzándose de brazos, pero Daniela, como siempre, sonrió amigable.

- Yo sí que te he echado en falta, Kira. Ya sabes que María es un poco fría, pero realmente no ha pasado tu ausencia por alto.
- Eso es mentira. Yo jamás he querido que vuelva la bully de turno. No te emociones.