○~Sobrenatural~○

10 (4ª Temporada)

Bruno estaba devastado. Cuando Kurai le contó las mala noticias, fue como si sus traumas de hace años volvieran a la vida.

- El viejo está de vuelta y han secuestrado a Abel, a nuestro hijo.

Porque, sí, aunque Abel no era su hijo biológico, para él y Karina, que lo adoptaron de tan joven, era su hijo. Sí, no habían sido los mejores padres o tutores del mundo, ya que siempre priorizaron la investigación y búsqueda constante de escapar de aquel mundo, pero Abel siempre había estado allí, cargando con materiales pesados y peligrosos, con esa cara inexpresiva que siempre llevaba a todas partes.

- Joder.

Siseó. Los recuerdos dolían como nunca. Ya mataron a Karina en frente de sus narices, creía que, si Abel moría... No, no, mejor no pensar en eso. Eso sólo le daría una razón más para desear desaparecer de la existencia, ante la imposibilidad de suicidarse, ya que, estaba muerto.

- Lo he oído todo.

Suspiró una voz detrás de él, sollozante. Ahí estaba Karina, limpiándose como podía sus lágrimas. Al igual que Bruno, sentía su pecho arder en una mezcla de rabia y tristeza.

- Karina, por favor, contacta con Liam y Sakura.

La pelirroja asintió, dirigiéndose a uno de los ordenadores, contactando a los mencionados.

- Karina, ¿qué ocurre?

Contestó Sakura a la llamada.

- Han secuestrado a Abel, y han revivido al creador de este lugar con el alma de Alicia, la madre biológica de Abel.

Incluso si no era una videollamada, Karina podía imaginarse cómo las facciones del rostro de Sakura se torcían en una mueca de enfado.

- Tenemos que recurrir a extremos, entonces. ¡¡Saku!!

Tras aquel grito, se oyó algo enorme destruyéndose, antes de que la llamada se apagara.
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- Liam, ¿vas bien?

El mencionado asintió, corriendo a la par que Sakura.

- Abel es casi como un hermano, hay que encontrarlo ya de ya.

Dijo Sakura, con un deje de impaciencia en su voz, nada característico de ella, que solía ser calmada y alegre. En fin, la situación la había hecho así, más ruda e impaciente de lo normal.

- Ábrete.

Habló Liam, y una puerta se abrió ante ellos, permitiéndoles el acceso a aquel edificio. Una multitud de espectros sombra les atacaron de golpe, pero Sakura los atravesó a todos con raíces que hizo emerger del suelo.

- Qué pesados.

Siseó, algo cansada por tener que utilizar su poder por tanto tiempo.

"Resiste un poco más."

Le señalizó Liam a Sakura, mientras avanzaban por aquel edificio.

- Parece una torre de radio. Puedo oír algo, pero son interferencias muy débiles.
"Yo también las oigo. No me gusta oírlas."