Cap 17:

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(Notas de autora).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

*-Cartas-*.

POV NAVIER:

-Leí tu mensaje, su majestad. Desea mantener nuestra amistad solo por carta-.

-¿Sabes que soy yo?-.

-No te alarmes. No te equivocaste-.

-Lo sé, sabías que yo era tu amiga desde el principio, tramposo, no enviaste la carta al azar, me la enviaste de forma directa- no podía dejar que el duque se enterara que Heinley era Reina, o por lo menos no por mis pensamientos, lo vería sospechoso -¿entonces...?-.

-Tanto la señorita Rashta como su sirvienta conocían el contenido de las primeras cartas, pero no el de las últimas. Entonces lo pensé. Resulta que una dama de compañía, la vizcondesa Verdi había sido transferida de la emperatriz a la señorita Rashta- sonreí un poco.

-¿Estás bien? No pareces muy feliz- él suspiró.

-¿Cómo puedo ser feliz? Nos imaginaba como buenos amigos- ¿amigos? Tú me quieres como tu esposa, mentiroso -pero ¿quieres fingir que no me conoces en la vida real?- Bebió su copa de champán en un movimiento suave -de hecho, no tengo muchos amigos con quienes compartir mis pensamientos- eso lo sé. Heinley dejó su copa vacía en el pedestal de la estatua y continuó con esa voz gruesa que adoraba -lo sé. Es inesperado, ¿no es así? ¿Soy popular? Si. Tengo muchos amigos. Siempre tengo gente a mi alrededor, así que muchos piensan que no estoy solo- lo miré confundida -pero eso es sólo lo que ves. De hecho, estoy muy solo. No es que odie a mis amigos, tengo muchos que son excelentes. Sin embargo, como príncipe de occidente, honestamente no puedo compartir mis pensamientos y siempre tengo que ser consciente de los demás- aún me sorprendía su capacidad de recordar todo lo que digo -no es un problema con las personas, es mío, así que no hay forma de mejorarlo...- Lo miré fijamente, su carita llena de tristeza me oprimía el corazón -me encantó poder hablar con alguien sin que pensaran en mí como "príncipe Heinley" o "príncipe Heredero". Nuestras conversaciones no fueron largas, pero me alegró que alguien intercambiara cartas alegremente conmigo- en verdad, este hombre, tan manipulador con sus expresiones, me tiene loca, ahora, recordaba lo mucho que pasamos juntos, y llegué a la respuesta que Heinley me pidió hace años, aunque no lo sabía, en este momento justo, había comenzado una caída sin retorno, me estaba enamorando, sus cartas y abrazos en su forma de Reina fueron actos consoladores para mi corazón herido -esperaba esas cartas. Honestamente, estaba aún más feliz cuando supe que mi amiga de cartas era usted, su majestad. Pero en cambio, parecías reacia e incómoda- suspiró y sus ojitos se llenaron de lágrimas, incluso así se veía guapo y adorable, pero detestaba que llorara -teníamos los mismos pensamientos, pero diferentes conclusiones- su mirada se dirigió a mí.

-Entiendo lo que sientes, príncipe Heinley-,

-¿Pero aun así solo quieres intercambiar cartas?-.

-Lo disfruto- sí que lo hacía después de todo, adoraba cuando él se convertía en Reina e iba a visitarme, pero también me enojaba que me manipulara con esa forma.

-Fuera de las cartas, será aún más agradable- espera, esa frase, ¡no! -Puedo decir que Sovieshu es un hijo de puta-.

-¡Keup!- Me atraganté de la risa, aunque se pudo confundir fácilmente con sorpresa, empecé a toser y las miradas se dirigieron a nosotros.

-Sovieshu es un hijo de puta- dijo en un susurro.

-No te rías, no te rías, no te rías- me repetí en pensamientos. Heinley levantó sus cejas, él lo sabía, tenía ganas de reírme.

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora