Hello, sé que dije que estaría más activa pero una de mis maestras llego semanas después de iniciar clases y nos tiene corriendo con trabajos, aparte de haber dictado solo una clase teorica y haber hecho examen de ello (a todos nos fue pésimo).Justo ahorita el 24 de octubre nos vamos cuatro dias de salida de campo con esa profesora.
Por otro lado me llegaron ideas sobre que poner en la noche de bodas jajajaja, pero no sé si ponerlo en un libro de extras que pienso hacer, con algunas de las historias de los niños de Navier que me inventé (las que pongo en los flashbacks y cosas así) y algunos extras sobre Koshar y Mastas.
Pensé en poner la noche de bodas en ese libro de extras porque sé que a algunos lectores les puede incomodar el contenido explícito a pesar de que la historia esta clasificada en contenido maduro y pues yo tampoco es que sea super buena escribiendo ese tipo de escenas por lo que me tomaria algo de tiempo escribirlo sin morir de vergüenza.
(Notas de autora).
-Diálogos-.
-Pensamientos-.
*-Cartas-*
POV NAVIER:
Aunque me molestaba la cantidad de cartas que llegaban, esto me era beneficioso, mi hermano y Nian estaban haciendo un lugar para mí en la alta sociedad, y aunque la ayuda de Mullaney para esto sobraba, su lealtad me serviría a futuro.
Hoy iría a ver a Krista de nuevo, suspiré, ojalá pudiéramos llevarnos bien, pero su obsesión por mi esposo evitaba que este hecho pudiera ser posible.
Mientras caminaba por el pasillo observé el conocido carruaje de Rwibt, El duque Kaufman había llegado y esperaba de todo corazón que en esta ocasión pudiera abstenerse de darle la poción de amor a Heinley, Lo saludé de lejos, no sabía que alcance estaba su capacidad de leer mentes, esperaba que esta distancia fuera suficiente como para que no pudiera leer mis pensamientos y planes. Ante esto la expresión previamente retorcida del duque, se oscureció.
POV HEINLEY:
Vi al duque acercarse y dejar su espada en manos del funcionario.
-Felicitaciones por su coronación, su alteza- Sonreí forzadamente.
-Gracias- respondí con cortesía. Nos miramos el uno al otro fijamente unos segundos, el suque sonrió un poco de forma orgullosa, de seguro recordando la última vez que nos vimos, antes de mi coronación -también, me gustaría escuchar tus felicitaciones por la boda- su sonrisa desapareció -definitivamente mantendré a reina lejos de este tipo-.
-Felicitaciones por la boda-.
-Gracias-.
-Sería como un sueño verla con su vestido de novia-.
-¡¿Qué demonios estás diciendo?!-.
-No tiene por qué preocuparse. Olvide mis palabras-.
-Aun si me molestan sus palabras, coincido de cierta forma con ellas. Sentí que soñaba al verla con él puesto, es innegable lo hermosa que es mi esposa- sonreí, aunque me sentía celoso y molesto por su forma de hablar tan descuidada sobre reina, debía mantener la compostura -debo contenerme, soy diferente al idiota del emperador Sovieshu. No me dejo llevar por los celos, reina no me da motivos para dudar de ella. Reina me dijo que soy adorable-.
-Fueron palabras vacías- arqueé una ceja.
-... ¿Qué dijiste?- Fruncí el ceño enojado.
POV OMNISCIENTE:
-¿Está en su sano juicio?- Murmuró furioso el emperador pelinegro, quien había tirado la carta de invitación al no reconocer la letra de su exesposa en ella.
Sovieshu descargó su ira arrugando la carta y volviéndola a tirar al suelo, la pateó un par de veces, cada vez que veía el arrugado papel la voz de su exesposa negándose a volver con él, retumbaba en sus oídos.
-¿Su majestad?- Lo llamó preocupado el marqués Karl quien había sido espectador de la reacción del emperador, quien en respuesta a su llamado suspiró pesadamente. Por la mente del emperador resonaba la voz de la mujer de ojos esmeraldas, se repetían las palabras, torturándolo, junto con la escena del rey al que creía mujeriego jugando, según él, con la "inocente" mujer que fue su esposa. -¿Su majestad?- Volvió a llamar.
-Navier parece querer provocarme-.
-¿Si?-.
-Es obvio que aparenta tener una buena relación con el rey Heinley delante de mí-. El marqués Karl no respondió, era obvio el enamoramiento de la antigua emperatriz, el marqués no recordaba que la exesposa del emperador, pudiera reír y sonreír de forma tan brillante, su alegría palpable solo la había observado en la niñez de la mujer, incluso podría jurar que las sonrisas que le dio al rey Heinley eran más brillantes que esas -conservaremos la invitación por ahora-.
El marqués tomo la carta arrugada y dudo en salir, una vez cruzó miradas con el emperador, habló con cuidado -su majestad, quisiera comentarle algo a propósito de la donación de la emperatriz-.
-¿Navier?-.
-... Rashta-.
-Ah. Rashta- el emperador frunció el ceño -Rashta, ¿qué sucedió?-.
-Ella dijo en la recepción de boda que donaría 20 millones de krangs, ¿cierto?-.
-Si, así es-.
-¿Es posible esa cantidad?-.
-Ya confirme esa parte con el barón Lant. Es un pagaré imperial-.
-¿Pagaré imperial?- Preguntó desconcertado el marqués.
-Debe tratarse de dinero dejado por Navier-.
-¿La reina Navier?- Los ojos del marqués se abrieron como platos, estaba conmocionado, la nueva emperatriz actuó como una persona bondadosa con el dinero de otra persona, y esta persona no era nada más ni nada menos que la nueva reina del occidente -si eso es cierto, ¿no tendría que recuperarlo, su majestad?-.
-Ya está hecho. De todas firmas, no habrá ningún problema a menos que yo lo reporte. Olvidémoslo-.
-Pero...-.
-Eso también contribuirá a mejorar la imagen de Rashta-,
El marqués Karl nunca lo admitiría en voz alta, pero su corazón se sentía pesado ante la injusticia con la llamada "mujer de hielo".
Mientras la nueva emperatriz beneficiada por los encubrimientos de su nuevo esposo, saboreaba una gran felicidad, lo había logrado, tenía todo lo que le había pertenecido a la emperatriz depuesta, incluso ahora su hijo sería coronado como heredero lo que la hacía sentir superior a la mujer de ojos verdes que antes admiraba. Su felicidad se fue al escuchar las palabras de su dama de compañía, la vizcondesa Verdi, apretó los puños con fuerza, incluso si esa mujer se había ido, seguía metiéndose en su camino, ahora por su culpa, ella no tenía reconocimiento de los nobles. Decidió ir a sentarse en la silla nido, ahora que él palacio le pertenecía, por derecho esa silla le correspondía.
La joven ahogó un grito de molestia y odio con la emperatriz depuesta al ver el gran espacio vacío donde debía de estar la silla.
En el occidente, la reina de cabello rubio se relajó en la silla ahora repleta de gemas, sus damas pelaban fruta mientras hablaban de la reciente visita a la antigua reina, Navier sonreía al verlas mientras se abanicaba.
Fecha de publicación: 19/10/2023.
Maratón sorpresa parte 1 de ?
Atte: Sana~i.
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Una vez más
Fiksi PenggemarLa emperatriz Navier despierta el día en que el emperador Sovieshu conoce a Rashta. Nuestra bella emperatriz perfecta tiene todos sus recuerdos, quiere regresar con Heinley y tener a sus hijos, ¿logrará divorciarse y casarse con su amado de nuevo? ©...