Cap 42:

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Adivinen quien anda subiendo esto con datos y dos barritas de señal c:

(Notas de autora).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

*-Cartas-*.

POV NAVIER:

Me preparé y asistí a la reunión con los funcionarios de la corte.

-¿Y si algo sale mal?- Pensamientos horribles me recorrieron, rompí la pluma que tenía en la mano, los funcionarios me recomendaron descansar al ver esto -estoy bien- dije tomando una pluma nueva -¿y si está vez Christa logra robarme a Heinley?- Un escalofrío me recorrió y el sonido de una nueva pluma romperse resonó en la reunión.

-No es que esté débil, está llena de vigor- susurró uno de los funcionarios.

-Estoy cansada, así que me iré primero- salí apresuradamente de la habitación, necesitaba aire fresco -no es momento de tener inseguridades de nuevo- iba llegando a la habitación de la emperatriz cuando vi al sirviente de Sovieshu con la jaula cubierta -el pájaro azul- intentaría evitar el cruel destino del pájaro en manos de Rashta -¿qué es esto?-.

-Es un regalo del emperador a su majestad- descubrió la jaula dejando ver al pájaro, de nuevo el recuerdo de la sangre y plumas de McKenna me recorrió. Una vez lo llevamos adentro miré de nuevo al pájaro, cada vez que lo veía recordaba aquel suceso... El trauma aun persistía y Sovieshu lo había avivado.

-Definitivamente no puedo cuidarlo, pero no quiero que sufra- tomé temblorosa la jaula.

-¿Su majestad?-.

-Lo devolveré-.

-Lo enviaré al palacio del este entonces-.

-No, lo haré personalmente- con la piernas algo temblorosas me dirigí a la oficina de Sovieshu, por el camino me encontré con Rashta, ella me miró fijamente, antes de inclinarse en forma de saludo, continue mi camino solo reconociendo su saludo con un asentimiento, ella no me vio entrar a la oficina del emperador.

-Adelante- escuché la voz de Sovieshu, dándome permiso para entrar -oh, emperatriz Navier ¿te gustó mi regalo?-.

-No lo quiero- dejé con delicadeza la jaula con el pájaro.

-¿Qué?-.

-No sé realmente las razones del porqué envió un ave como regalo, pero no lo quiero-.

-Pensé que te gustaban las aves, después de todo te veías mal con la situación de pájaro azul-.

-¿Y por ello envió un ave azul como regalo?-.

Sonrió -al parecer a la emperatriz solo le gustan las aves que le envía ese mujeriego-.

-¿Qué está tratando de insinuar?-.

-Me engaña con ese rey mujeriego ¿verdad?-.

-No lo hago- mentí, lo que hice con Heinley podría tomarse como infidelidad, pero Sovieshu era el menos indicado para criticarme por ello.

-Entonces porque razón no acepta al ave-.

-No tengo porque responder- contesté tajantemente -me retiro- me volteé, logrando ver una vez más al ave, un mareo me recorrió, apoyé una de mis manos en el escritorio de Sovieshu y la otra la puse en mi sien.

-Emperatriz- escuché a Sovieshu levantarse.

-Estoy bien- me erguí y salí de la oficina, volví a la habitación de la emperatriz.

-Su majestad, la noto algo pálida, ¿quiere que llame al médico?- Me preguntó la condesa Eliza.

-No, estoy bien- estaba segura que solo era cansancio, solo había estado dos veces con Heinley, una era muy alejada como para tal posibilidad y la otra fue ayer, en un día era imposible sentir los síntomas.

POV OMNISCIENTE:

Mientras Koshar se encontraba con el enviado del rey de Occidente y la emperatriz iniciaba con la lista de sus cosas, un suceso conocido se llevaba a cabo.

Justo después de que la emperatriz se fue de la oficina, el emperador mandó a su sirviente a dejar en su habitación al pájaro azul, estaba decidido a criarlo como forma de redimirse por el suceso del ave al que se le fue disparado, después de todo, vio con sus propios ojos lo mal que se puso la emperatriz por ello.

El sirviente llevó al ave a la habitación del emperador siendo visto por Rashta quien reconoció al ave, ella se enojó al pensar que era un regalo de la emperatriz al emperador, grande fue su sorpresa al preguntar y recibir la noticia que era contraria a sus pensamientos, el emperador se lo había regalado a la emperatriz y ella lo había devuelto.

Fingió preocuparse por dejar al pájaro a la intemperie en lo que volvía el emperador recibiendo a la hermosa y elegante ave, una vez dentro de su habitación, miró fijamente al pájaro. Estaba innecesariamente preocupada por la estabilidad de su bebé y por supuesto de ella, acercó con algo de temor la mano al ave y arrancó las plumas del ave las veces que pudo, ya después le diría al emperador que algún sirviente del palacio de la emperatriz lo había hecho.

Una vez el emperador fue a verla para la educación prenatal, su llanto comenzó, sentía algo de culpa por el pájaro, pero era por su bebé o eso se repetía mentalmente.

El emperador se horrorizó al llegar, encontrándose con el magnífico pájaro en tal estado y su horror creció al descubrir la clara mentira de Rashta, pero su heredero estaba en juego, por lo que decidió perdonarla de nuevo, y una vez más el emperador Sovieshu deseó con fuerza que ojalá ese bebé hubiera sido de la emperatriz.

El emperador en ese momento se había dado cuenta de lo cruel que podía llegar a ser su concubina, pues era realmente incoherente que un sirviente por mandato de la emperatriz le hiciera eso al ave, tal vez lo hubiera creído si no hubiera presenciado como después de entregar al ave y verlo una última vez, ella casi se desploma.

Con solo ese instante se había dado cuenta del gran trauma que había creado en ella, pero era tarde para arrepentimientos, la emperatriz ya había dejado en claro que no adoptaría al hijo de Rashta y él no perdería su oportunidad de tener un heredero, además la promesa de convertirla en su emperatriz estaba hecha. Al llegar a su habitación y dejar al ave, se consoló mentalmente repitiendo que solo eran dos años en los que tendría a Rashta como emperatriz, pero él sin darse cuenta le despejaba cada vez más el camino al rey Heinley y a la emperatriz Navier, para que ellos pudieran tener la relación oficial que deseaban.

Editado: 01/01/2023.

Atte: Sana~i.

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