Cap 33:

2K 205 30
                                    

Llegó por quien lloraban, ah no, por cierto en este cap cambie varias cosas de la historia original.

(Notas de autora).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

*-Cartas-*.

POV NAVIER:

-¿Por qué esa cara larga?- Fingí asustarme, me había acostumbrado a que Heinley hiciera eso, vi su sonrisa maliciosa cuando me giré a verlo, McKenna se inclinó y mi águila traviesa me ofreció su brazo después de acercarse a mi -¿le importa si camino con usted un rato, reina?-.

Me levanté del banco y tomé su brazo, al sentir mis manos, sus músculos se flexionaron, el recuerdo de sus brazos, sosteniéndome, abrazándome y acorralándome en la cama llegó tan rápido como se fue, miré hacia abajo intentando no sonrojarme, pero fue en vano -¡¿por qué tenía que recordar eso justo ahora?!-.

-¿Tienes calor, reina?-.

-¿Qué?- Desperté de mi ensoñación.

-Tu cara está roja-.

-No, es solo que...- Como recordaba una brisa fría pasó, fingí estornudar, soltando el brazo de Heinley, mientras la piel se me ponía de gallina, segundos después estornudó McKenna.

-¿Estás bien, reina?- Me preguntó preocupado.

-Si, solo fue el frío- sonreí para tranquilizarlo, mi pequeño plan había funcionado, no pasaría vergüenza por esto frente a Heinley de nuevo.

-Debes estar saludable, reina. No te vayas a enfermar-.

-No me enfermo fácilmente- ahora que lo pensaba tendría que preguntar por su hermano, quería oírlo reír antes de irse, pero no quería pasar vergüenza frente a McKenna, él no lo olvidaría nunca. Agarré su brazo de nuevo -tu hermano no está en buen estado, ¿verdad? Debes estar...- Me detuve un poco al sentir como sus músculos se flexionaron de nuevo -... Preocupado-.

-¿A reina le gustan mis brazos?- Abrí mis ojos de par en par y me sonrojé, Heinley empezó a reír, tal vez mi destino era avergonzarme de una forma u otra. Momentos después lo observé sería, sabía que estaba muy preocupado por su hermano -mi hermano dijo que se sentía peor que antes. Todavía no está en peligro, pero siempre ha sido débil- no contesté, no sabía que decir, si le daba mis deseos de que mejore, sabiendo que no lo hará, me sentiría mal -¿has pensado en mí sugerencia?-.

Asentí -no sería una mala sugerencia, si se tratara de una emperatriz y contexto diferente-.

-¿Eh?-.

Bajé la voz lo suficiente como para que solo él lo escuchara -el emperador piensa que soy estéril- su mandíbula se tensó y sus ojos se abrieron de sorpresa -no estoy segura de serlo, si tengo un amante y quedó embarazada, habrá caos en el imperio, Sovieshu es buen emperador, no tengo intenciones de arruinar el imperio por una venganza-.

-¿Está segura de su teoría? No es que crea que seas estéril, es solo...- Suspiró -lo dije mal, lo que quería decir era ¿estás segura de lo que dices?-.

-No le dije nada al emperador, no estaba segura y tampoco tenía pruebas, pero... El vientre de Rashta ya era un poco notorio desde Año Nuevo, he visto nobles embarazadas y un embarazo empieza mostrarse cerca de dos o tres meses- susurré -príncipe Heinley, si te digo esto, es porque... Confío en ti, ¿podrías ocultar esto como un secreto entre nosotros?-.

-Entonces... ¿Qué hará?-.

-Dejaré que las cosas sigan su curso, lo único que no haré, será aceptar al hijo de Rashta como mío-.

-¿Por qué haría eso?-.

-Sovieshu, no quiere que deje de ser emperatriz, pero quiere un heredero, como él piensa que soy infértil y cree que Rashta lleva a su hijo-.

Él abrió los ojos sorprendido -querrá hacer del hijo de su amante un hijo legítimo- asentí.

-No sé cómo reaccionará ante mi respuesta, pero, no importa que suceda, no aceptaré a ese niño como mío- lo observé a los ojos -no odio a Rashta y tampoco al niño, no me molestaría para nada adoptar, es solo que... Si pienso en el futuro, el niño podría odiarme- suspiré -y aceptar a ese niño es darle la razón a su creencia de mi infertilidad-.

-No entiendo, ¿por qué él cree eso?-.

-Fue por un incidente que ocurrió cuando éramos niños, habrás escuchado alguna vez la historia de que una concubina de Osis III intento darle galletas abortivas a la antigua emperatriz- él asintió, suspiré -las cosas no fueron así...- Había descubierto el asunto de las galletas poco tiempo antes de haber vuelto en el tiempo, aunque fue realmente impactante, tenía mucho sentido.

POV HEINLEY:

Era la primera vez que la oía hablar tanto, y no me molestaba, su voz se había convertido en mi sonido preferido.

-Las cosas no fueron así...- Escuché atentamente sus palabras -según tengo entendido, todo empezó después de que la concubina hizo llorar a la emperatriz y le hizo una amenaza oculta a Sovieshu, diciendo que le daría un hermano, por esas fechas ella era la favorita y la amada del emperador ella planeaba usar esto a su favor y tener un hijo, después de eso haría lo que fuese necesario para poner a su hijo en el trono- la dejé continuar -para evitar que la amenaza pudiera llegarse a cumplir algún día, la madre de Sovieshu ordenó preparar las galletas abortivas, que tenían como efecto secundario causar infertilidad- ¿qué? Presté aún más atención a lo que susurraba -Pero cuando se las entregaron a la emperatriz, antes de dárselas a la concubina, las dejaron descuidadamente en algún lugar, supongo en una de las mesas que hay en la habitación de la emperatriz. Sovieshu las vio-.

-Entonces...-.

-Yo por esas fechas tenía la obligación de hacer una dieta estricta y como princesa heredera debía estudiar mucho, Sovieshu quería que jugara con él o pasáramos tiempo juntos y sabía que me gustaban los postres y dulces, sin imaginar el contenido de las galletas, se escabulló para dármelas-.

-¿Comiste de ellas?- Esperaba una negativa, reina, según los rumores, era muy obediente de pequeña, sorprendentemente ella asintió.

-No es mentira que Sovieshu también comió, pero lo que nadie sabía era que yo comí la mayoría, está demás decir que nadie aparte de Sovieshu sabía que yo había comido de ellas. Luego, para no dañar a su madre, acusó a la concubina de haberle dado las galletas a su madre, usando como argumento la amenaza que la concubina hizo, el antiguo emperador se puso furioso, y aunque no la mando a ejecutar, si fue echada y exiliada- la escuché suspirar -no sé si Sovieshu sabe que yo conozco la razón de que crea que soy infértil, pero sabiendo gran parte de la historia, no fue difícil conectar las cosas-.

Estaba sorprendido -y... ¿Qué sucedió después? ¿Por qué no dijo que también comiste de las galletas?-.

-Empezaron a alimentarnos con comidas que pudieran frenar los efectos de las galletas, por ese tiempo, Sovieshu solía esconder mis pequeñas travesuras y echarse enteramente la culpa, aún si yo había puesto de mi parte. Supongo no quería que me regañaran por romper la dieta que tenía impuesta. Príncipe Heinley- la miré fijamente perdiéndome en sus hermosos ojos -confío en ti, entonces... ¿Guardarías esto también como un secreto entre nosotros?- Asentí, ocurrió un momento de silencio.

-No importa que suceda en un futuro, reina, estaré para apoyarte- me mordí el interior de mi mejilla -y si... ¿Tuviera un amante falso?-.

Editado: 01/01/2023.

Atte: Sana~i.

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora