(Notas de autora).
-Diálogos-.
-Pensamientos-.
*-Cartas-*.
POV NAVIER:
-¿Has oído?-.
-¿Cuál es el chisme?- Preguntó la princesa Soju a Laura.
-Bueno, solo lo acabo de escuchar, por lo que no hay mucha gente que hable sobre ello todavía- la mesa presionó a Laura para que contara lo que había escuchado -lo escuché en el camino. Alguien dijo que conocía a la conocida de carta del príncipe Heinley- Laura me miró, fruncí el ceño. Así que Rashta y Heinley ya habían comenzado a jugar.
-¿Quién dijeron que era la persona?-.
-Si, su majestad. Oí que era la sirvienta de la señorita Rashta-.
POV HEINLEY:
-¿Sabes de lo que todos están hablando?- Preguntó McKenna.
-¿Por qué? ¿De qué están hablando?- Sonreí de forma astuta y la frente de McKenna se tensó.
-Están hablando sobre el rumor de que el príncipe de una nación había estado buscando a una sirvienta del palacio. Es una historia romántica- ¿romántica? La sirvienta de esa amante no me interesaba, mi atención estaba en hacer que reina revelara ser mi conocida por cartas -todos tienen curiosidad al respecto, y cuando paso por delante de ellos es de lo único que hablan-.
-Hmm-.
-No es el momento de sonreír. ¿Y si en pocos días se extiende por toda la capital?-.
-Entonces déjame en paz por unos días- respondí y lo miré indiferente, él suspiró.
-¿Por qué permites que este engaño siga? Sabes que la sirvienta no escribió estas cartas- fruncí el ceño.
-¿Cómo lo supiste?-.
-¿Crees que solo te veo una vez cada pocos años, su alteza? Con solo mirar tu expresión, puedo decir que estás fingiendo. Toda tu cara está absolutamente cubierta de dolor, así que, por supuesto, ella no es la indicada-.
-La indicada parece no querer verme... Navier... Incluso su nombre es el indicado-.
-Por casualidad, ¿te has enamorado de ella y te dejas engañar voluntariamente?- Mi cara se puso dura y mi mirada se afiló -entonces, ¿por qué demonios estás dejando que suceda? Tienes que decirme que estás pensando para que pueda prepararme para lo que está sucediendo- lágrimas de frustración se formaron en los ojos de McKenna.
-Quiero crear un sueño feliz- dije -y ver si pongo algo celosa a reina- no la amaba, pero la emperatriz Navier me gustaba y me causaba la curiosidad suficiente como para querer tenerla.
-... ¿Cómo enamorado?-.
-No, no así, McKenna-.
-Pero ¿por qué un sueño feliz? ¿Tienes pesadillas?-.
-Es más seguro despertarse de una pesadilla. La realidad es más cómoda-.
-... ¿Supongo?-.
-Pero ¿y si te despiertas de un sueño feliz?-.
-Eso se sentiría como morir inútilmente- sonreí y fingí disparar una pistola con mis dedos.
-Exactamente. Le advertí a la sirvienta claramente. Si estuviera mintiendo, me enojaría tanto que no sabría lo que podría llegar a hacer-.
-¿Así que la harás feliz y la abandonarás?-.
-Sí- amplié mi sonrisa.
-Tienes una mala personalidad, ¿sabes?- McKenna chasqueó la lengua -¿no sería mejor castigarla por engañar a la familia real?-.
-No. Creo que las heridas del corazón son más profundas que las heridas del cuerpo- lo había visto en reina, aunque no lo mostrara ante nadie, me había dejado ver, sin querer, lo herida que estaba por el emperador, esas heridas eran más profundas que una herida o castigo físico. Sentí una opresión en el pecho al recordar sus sollozos y su mirada llena de lágrimas.
-En casos extremos, puedes encarcelarla o azotarla-.
-Por supuesto que no, McKenna. Eso me haría quedar mal- no iba a dejar que arruinara mi fama de mujeriego y juguetón, y tampoco dejaría una mala impresión en reina, no quería que pensara que era un despiadado -¿por qué rompería la impresión de ser un príncipe juguetón y mujeriego debido a una mentirosa?- McKenna suspiró.
-Sí, su Alteza. Harás lo que tú quieras. Pero ¿cuándo vas a ver a la verdadera dueña de las cartas? Ya sabes quién es-.
-Lo sé. Pero lo negará si se lo digo. Y no puedo decir que soy el pájaro. ¿verdad?-.
-Eso es estrictamente un secreto-.
-Entonces te lo mostraré-.
-¿La transformación?-.
-El arte de descubrir. Ciertamente nos reuniremos-.
POV NAVIER:
Se oyó el ruido de la puerta abriéndose. No quería levantar la vista, pero aun así lo hice. Cherily, la sirvienta de Rashta iba tomada del brazo de Heinley. Mi corazón dolía y mi respiración comenzaba a fallar, pero lo disimulé.
-Cálmate Navier, él solo está jugando y castigando a esa mujer por mentirle y fingir ser tú. La mujer que busca y quiere es a ti- me serené aun con el corazón algo adolorido, lo sabía, sabía que si Heinley hacía algo como eso, me dolería mucho más que con Sovieshu, pero en esta ocasión Heinley al igual que Sovieshu, era ignorante de mis sentimientos.
-Dios mío. Él realmente la trajo aquí- dijo la condesa Eliza.
-Ese vestido se ve muy caro-.
-El príncipe Heinley lo compró para ella, ¿no es así?-.
-Se ven bien juntos de alguna manera. Estoy segura de que es porque habían estado buscando a alguien de quien estaban enamorados- apreté un poco la mandíbula. La relajé cuando sentí la mirada de Heinley sobre mí, asentí en forma de saludo, él hizo una expresión de decepción oculta, frunció el ceño y sacudió la cabeza.
-¿Está molesto por qué no aparecí?-.
Tomé una copa de la charola de un sirviente, no comprobé que era y lo empecé a beber, jugo de fresa, justo como en esa ocasión, el dulzor del jugo contrastaba con mi amargo estado de ánimo. Cuando la música comenzó me fui a sentar, no quería bailar.
Estaba esperando el momento exacto donde Heinley la humillaría y lastimaría frente a todos, sentía pena por la sirvienta, pero mi relación no era tan estrecha con Heinley como para evitar que la lastimara.
La cara de la sirvienta de Rashta estaba roja y manchada de lágrimas, Heinley fingía estar desconsolado.
La sirvienta estaba aterrorizada y Heinley apretaba el puño, sus ojos, tenían un brillo juguetón y molesto. Me levanté y caminé hacia la multitud que los había rodeado momentos atrás para escuchar lo que dirían.
Editado: 30/12/2022.
Atte: Sana~i.

ESTÁS LEYENDO
Una vez más
FanfictionLa emperatriz Navier despierta el día en que el emperador Sovieshu conoce a Rashta. Nuestra bella emperatriz perfecta tiene todos sus recuerdos, quiere regresar con Heinley y tener a sus hijos, ¿logrará divorciarse y casarse con su amado de nuevo? ©...