Cap 60:

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Esta vez si cumplí, tarde, pero cumplí hjsjsjsj.

(Notas de autora).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

*-Cartas-*.

POV ONMISCIENTE:

Un nuevo día se cernía sobre el Imperio Oriental y el Reino Occidental, ambas naciones aunque cercanas eran totalmente distintas, empezando por el despertar de la monarquía.

Mientras el emperador de Oriente se preocupaba por la carta enviada a su exesposa y más tarde mandaba a buscar a la joven maga huérfana apoyada por la mujer que amaba y perdió, la actual reina de Occidente, quien era la antigua esposa del emperador, despertaba dirigiéndose a una mañana totalmente distinta, había sido despertada por los dulces mimos y el delicioso aroma de la comida hecha por su nuevo esposo, luego se había preparado y aceptado una corta entrevista con uno de los periodistas aceptados en el palacio.

El día continuó sin muchas novedades, el emperador había fingido estar bien, aunque se sentía algo miserable y la reina... Bueno ella intentó con todas sus fuerzas no pasar la noche con Heinley, si seguían pasando tantas noches juntos y no aparecía un heredero, su infertilidad saldría a la luz, pero bueno, el intento de abstinencia de la mujer no pudo continuar una vez sintió los hábiles dedos y labios de su esposo recorrer su cuerpo.

Al siguiente día, la futura emperatriz de Occidente despertó con una conocida idea en mente... Traería al duque Kaufman y continuaría con el tratado de comercio con Rwibt, un recuerdo la hizo tener escalofríos, la princesa con la que el duque se casaría para salvar a su hermano del compromiso arreglado.

Si bien nunca podría corresponder al amor del duque, ella no iba a permitir que viviera infeliz y se casara con una mujer que no ama. Claro está, su hermano tampoco se casará por conveniencia. La cabeza de la reina trabajaba maquinando a toda velocidad, infinidad de planes para evitar lo que fuera que planeara aquella princesa y su padre.

La voz de Mastas y Rose anunciando la llegada de Laura y la condesa Jubel, la sacaron de su pensamientos, les pidió a ambas chicas pedirles a las recién llegadas que descansaran un par de horas. Almorzó con su esposo, quien vio el rostro de su esposa aún más brillante que de costumbre, luego de preguntar y recibir una respuesta, se sintió feliz, la mujer que amaba ahora tenía a sus cuatro adoradas damas de compañía para cuidarla, aunque de todas formas él se aseguraría del bienestar de su esposa.

POV NAVIER:

Abracé a Laura y a la condesa Jubel con fuerza, las había extrañado mucho. Conversamos gran parte de la tarde hasta que cerca del anochecer llegó Nian a verme, nos abrazamos.

-¿Cómo debo llamarte ahora? ¿Vizcondesa Langdel?-.

-De ahora en adelante, llámame Nian- sonrió encantadoramente -estoy cansada de casarme-.

-Entonces... ¿Qué pasó con el vizconde Langdel?-.

-Soy su amante. Si llegara a quedar embarazada, tal vez piense en casarme. No quiero tener un hijo fuera del matrimonio. Pero si no, prefiero quedarme así-.

Nos sentamos a platicar, mientras bebíamos té y comíamos unos cuantos bocadillos, yo prefería no comer muchos, después de todo, más tarde vendría Heinley a cenar conmigo como era costumbre.

-¿Sabes que fue lo que más me sorprendió después de dejar el Imperio Oriental?-.

-¿Qué?-.

-La noticia de que te volviste a casar y con el rey Heinley- como si hubiera sido invocado Heinley entró sin llamar a la puerta por medio del cuarto compartido.

-Reina- dijo emocionado cual cachorro, no nos habíamos visto en toda la tarde y el almuerzo había sido corto -extrañé a reina toda la tarde, no fuiste a verme- hizo un dulce puchero, sentí la cara arder al ver las expresiones que hacían mis recién llegadas damas de compañía y Nian -¿reina?- Al apartar su mirada de mí, notó a las demás mujeres en la habitación. Sus orejas se pusieron rojas, las saludó con un asentimiento de cabeza, besó mis labios de forma rápida y salió casi huyendo de la habitación mientras todo su rostro se ponía rojo.

Al voltear de nuevo hacia las damas, observó la sonrisa pícara de Nian, al igual que la emoción en los ojos de todas ellas.

-Parece que has avanzado rápidamente con el rey Heinley-.

-El rey y la reina son muy dulces, son la pareja perfecta y para los ciudadanos son la historia de amor del siglo- dijo Rose con orgullo -su alteza el rey, dejó su vida descontrolada por amor a la reina y solo tiene ojos para ella-.

Carraspeé y cambié de tema.

POV HEINLEY:

Después de volver a mi habitación, calmé los latidos de mi corazón, no me importaba demostrar mi amor y devoción por reina frente a todos, pero se veía tan hermosa que mi cuerpo estaba empezando a reaccionar, eso de seguro nos haría pasar vergüenza.

Al poco rato me avisaron del asentamiento de un grupo de caballeros transnacionales, mandé a alguien a investigar, quería asegurarme que era Langdel y no del otro, del cual ya no me molestaba en recordar su nombre.

Una vez confirmé quien era me sentí más tranquilo, Langdel tenía una mirada ingenua, pero no era nada así, era un hombre astuto y fuerte, capaz de proteger en gran medida a mi esposa.

Más tarde esa noche volvió a la habitación de mi esposa, encontrándola, vestida con un camisón de seda y su cabello cayendo como una suave cascada por sus hombros y espalda.

La vi despedir a sus damas de compañía y me acerqué a ella -¿qué sucede?-.

-Langdel y sus hombres están asentados cerca- la abracé por la espalda mientras descendía a besar su cuello.

La piel de reina es suave y delicada, en algunas ocasiones con solo un pequeño apretón su piel queda marcada, razón por la que siempre resultaba con tantas marcas en su cuerpo.

Como casi todas las noches, un par de minutos después me encontraba admirando la blanca piel de reina, gotas de sudor se deslizaban por su cuerpo haciendo que su piel brillara más de lo usual, oír salir mi nombre de sus labios en medio de jadeos y gemidos, me tenía al borde del éxtasis, esa mujer definitivamente me tenía adicto, no podía dejar de pensar en ella a pesar de todos los años juntos, conocía sus defectos y sus virtudes, sus extrañas peticiones cuando estaba adormilada o siendo sacudida por el embarazo, y aun así no podría dejarla ir nunca.

Elgy se había burlado muchas veces de mí y más de una vez me había intentado insultar diciendo que yo era el perro faldero de Navier, pero no me molestaba, si ser su perro faldero me daba la bendición de tenerla a mi lado, entonces deseaba serlo durante el resto de mi vida.

Editado: 6/03/2023.

Atte: Sana~i.

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