A veces siento que esta historia está tomando muchos caps, pero se me pasa cuando veo que en la línea temporal de la novela original estamos en el capítulo 215 jsjsjsjsjsjsjsjsjsjs
(Notas de autora).
-Diálogos-.
-Pensamientos-.
*-Cartas-*.
POV NAVIER:
Hoy era la última recepción de la boda, quería esta noche pasarla mayormente con Heinley, los días anteriores aunque pase algunos momentos con él, era obvio que mis amigos y familiares me habían acaparado.
Me puse un bonito vestido púrpura, Heinley había dejado como costumbre algunas de sus cosas en mi habitación, aprovecharía la oportunidad para llevarlas a la suya y así no olvidara empacarlas. Aunque dormíamos juntos todas las noches, su ropa seguía estando en su habitación designada. Suspiré, mientras giraba el anillo de oro blanco con incrustaciones de amatistas y esmeraldas, había sido un regalo reciente de Heinley quien no paraba de decir lo bien que lucía el purpura y el verde juntos.
Caminé tranquilamente en dirección a la habitación de mi esposo, antes de tocar la puerta escuché a Sovieshu gritar mi nombre -Navier- me di la vuelta y lo vi acercarse a mi sin escolta.
-¿Qué te trae por aquí?- Pregunté, Sovieshu señaló mi habitación con la mirada, como si quisiera que entráramos a conversar. Sacudí la cabeza -si tienes algo que decir, hazlo aquí- los ojos de Sovieshu temblaron.
-Vuelve- lo observé con sorpresa, creí que por fin me dejaría ir, pero parece que me equivoqué -no quiero que seas la esposa de otro hombre-.
POV HEINLEY:
-Somos marido y mujer, Navier-.
Me quedé estático, con la mano en la manija de la puerta, una vez me había terminado de preparar pensaba salir a buscar a reina, pero justo escuché la petición de ese imbécil.
Estaba seguro del amor de reina, pero eso no evitaba mis ganas de salir y darle un puñetazo, ¿qué carajos tenía ese idiota en la cabeza? Navier no es un juguete que puede tirar y recoger cuando se le dé la gana.
Escuché a reina suspirar -parece que mis palabras y acciones no quedaron muy claras, su majestad- hubo una pausa en su suave y calmada voz -si usted no hubiera pedido el divorcio, es probable que yo lo hubiera hecho-.
-¡Navier!-.
-Hay varias razones para ello, pero una de ellas es que no estoy dispuesta a criar al hijo de una concubina- se escuchó la risa cínica de Sovieshu.
-¿Y tú solución es casarte con un mujeriego?- Apreté la mandíbula.
-Que uno de los amigos de Heinley lo sea, no significa que él lo sea-.
-Lo conoces hace poco pero confías tanto en él, es experto en engañar a mujeres ingenuas como tú- no pude aguantar más, abrí la puerta con algo de fuerza, sentí algo de mi enojo disiparse al ver lo hermosa que se veía reina, le sonreí.
-Reina- corrí a su lado -reina se ve perfecta, es la más bonita del mundo- la abracé sin importarme mucho la presencia del emperador.
-Desvergonzado- escuché el susurro de mi esposa, solté una pequeña risita y dejé de abrazarla -dejaste esto en mi habitación, no olvides empacarlo- vi algunas de mis camisas y abrigos en una de sus manos.
-Ah, sí, lo llevaré a la habitación, eso me recuerda, tengo algo para reina- tomé mi ropa sin mucho problema y volví rápido a mi habitación, saqué el collar de esmeraldas que tenía en mi colección de joyas, este era especial, en esta oportunidad me había asegurado de obtenerlo primero que un conde que lo había comprado antes que yo, el collar tenía fuertes hechizos de protección que se asegurarían de mantener a reina segura. Volví a su lado, ignorando de nuevo al emperador -cierra tus ojitos- le pedí ocultando el collar.
-¿Qué tienes ahí?- Preguntó divertida, inclinándose para ver mi espalda.
-Es una sorpresa, cierra los ojitos- le volví a pedir, ella me hizo caso, con cuidado fui detrás de ella, y puse el collar frente a sus ojos cerrados -ábrelos- susurré en su oído.
-Ese no es...- Reina sabía de la existencia del collar.
-Con esto, nadie podrá hacerle daño a reina- se lo puse .
-Pero, te costó conseguirlo-.
-Pero no puedo darle mejor uso que este, reina es la persona más importante para mí- escuchamos un carraspeo -oh, emperador Sovieshu, buena noche- le sonreí.
-A Navier no le gustan las joyas-.
-Oh, esta no es cualquier joya, pero de todas formas ya sabía ese dato, después de todo, lo que ama reina es el oro y las amatistas-.
-¿Amatistas?-.
-Si, le gustan las amatistas porque muchas tienen el color de mis ojos- sonreí -ya debe de estar a punto de iniciar la recepción, ¿vamos reina?- Vi de reojo como Sovieshu se iba echando humo. La besé -reina es lo que más amo-.
-No juegues- murmullo avergonzada,
-No lo hago, reina siempre será mi mayor prioridad- sonreí -reina estuve pensando...- Ella me miró interrogante -quiero que Lari y Kai estén con nosotros para cuando celebremos nuestro primer aniversario-.
-¿Lo dices enserio?- Me miró con ojos brillantes, sabía cuánto los extrañaba, y para ser sincero ya quería leerle a la barriguita de reina, asentí sonriendo -oh, Heinley- me abrazó con fuerza, y luego besó mis labios -no puedo esperar a la boda, ya quiero tenerlos con nosotros-.
POV NAVIER:
El regreso a casa fue muy animado a comparación de mis recuerdos, Heinley había regresado más que motivado a terminar los preparativos de la boda, claro sin olvidar que su aura delataba lo orgulloso que se sentía de ver el estado enojado y celoso de Sovieshu, cada vez que veía el collar en mi cuello. Apreté la amatista entre mis dedos, comenzaba a sentir el vibrante hechizo de la joya, un hechizo que me protegería de aquel accidente que pudo haberme causado un aborto.
Dirigí mi mirada a la pequeña caja en mi regazo, sonreí, le quedaría tan bien a Heinley.
POV HEINLEY:
-Su alteza- un guardia entró -la dama de su alteza la reina, la señorita Rose está aquí-.
-Hazla pasar- Rose entró en la oficina -¿qué ocurre?-.
-Su alteza la reina tiene algo especial que darle, dijo que fuera a visitarla cuando tuviera tiempo-.
-¿Qué quiere darme?- Pregunté extrañado.
-Solo puedo decir que es algo hecho por ella misma. Su alteza, debería bajar del alféizar, es peligroso-.
Me bajé rápidamente y fui a ver a reina.
Atte: Sana~i.
ESTÁS LEYENDO
Una vez más
FanficLa emperatriz Navier despierta el día en que el emperador Sovieshu conoce a Rashta. Nuestra bella emperatriz perfecta tiene todos sus recuerdos, quiere regresar con Heinley y tener a sus hijos, ¿logrará divorciarse y casarse con su amado de nuevo? ©...