Cap 68:

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Wenazzz!!!

(Notas de autora).

-Diálogos-.

-Pensamientos-.

*-Cartas-*.

POV OMNISCIENTE:

Rashta notó como Sovieshu se tensaba cada vez que la risa de Navier lograba llegar hasta su carruaje.

El emperador sentía los celos fluir con desenfreno por su cuerpo, esas risas habían sido siempre para él desde niños, ¿cómo ella era capaz de reír así para otro? Era lo que pensaba el hombre.

Mientras tanto para Rashta no había pasado desapercibido como las ovaciones habían cesado todo para poder escuchar a la emperatriz depuesta. Esto la puso de muy mal humor, si tan solo el emperador le hubiera permitido usar sus bonitos accesorios, esto no habría pasado... O eso creía ella, ignorando que varios nobles que habían presenciado la boda se seguían burlando de lo ridícula que se veía antes de quitarse los accesorios.

POV NAVIER:

En la noche se celebró la recepción de la boda, para esto me cambié le vestido por uno azul cómodo para bailar.

En esta ocasión mis damas de compañía estaban radiantes, me extrañé al verlas así, así que pregunté.

-Su alteza, todos hablan de lo maravillosa que es su relación con su alteza el rey, incluso dicen que se veían más lindos que los novios- me sonrojé y no dije nada más.

Fui al salón de banquetes con Heinley, al entrar todas las miradas se dirigieron a nosotros, nos veían con una especie de mezcla entre diversión y asombro.

-Quien diría que nuestra bien portada Navier se escabullía a medianoche a tomar comida de la cocina cuando estaba en sus días de dieta- me sonrojé avergonzada al escuchar las palabras de mi madre al acercarnos.

-Mamá- murmuré.

-Madre no debe preocuparse, en el Reino Occidental, reina puede comer lo que desee, así que ese escenario jamás se repetirá- mis padres soltaron una pequeña risa.

Pasamos el primer baile de los novios, conversando con mis amigos y familia. Cuando otros podían bailar, Heinley de inmediato me invito.

Como recordaba en el segundo baile, el Duque Elgy me invitó a bailar -respecto a lo que me dijo sobre Heinley... Sé cada plan que ustedes formularon, desde la toma de rehenes como la guerra contra el imperio-.

El duque Elgy me miró con sorpresa -su alteza Navier-.

-No me malentienda, no me casé con Heinley para detener sus planes, aunque no lo crea me enamoré de él, conozco sus puntos buenos y malos, así como el conoce los míos- hice una pausa al notar que la música ya casi terminaba -si Rashta hace algo malo que perjudique el Imperio, por favor hágamelo saber. Aun si ya no tengo autoridad sobre el manejo del imperio, mi familia sigue siendo parte de él- la melodía finalizó, y observé al duque Elgy quien me miraba atónito.

-Reina Navier- Sovieshu se acercó -le gustaría bailar conmigo esta pieza-. El silencio abrumador inundó por completo el salón. Empezamos a bailar una vez la música inició -¿cuál es tu respuesta?-.

-¿No te lo dijo el mensajero?-.

-¿Tenías algo que decir?-.

-Nada-.

Sovieshu rechinó lo dientes mientras me daba una vuelta. -¿No tienes nada que decirme?-.

-¿Qué quieres que te diga?-.

-Yo... No quería perderte-.

-Hoy es la boda de su majestad- reí suavemente con cinismo -¿creíste que me sentiría feliz al recibir una carta en la cual decías que me harías emperatriz nuevamente en un año?- Él se estremeció -Incluso si no me hubiera enamorado de Heinley y no me hubiera casado con él, no habría aceptado aquel plan tan absurdo-.

-Navier- la música finalizó, di dos pasos hacia atrás, me incliné cortésmente, me di la vuelta y caminé en dirección a mi esposo, él me recibió sonriendo y con sus ojos desbordando curiosidad.

-No te preocupes, te di tu lugar, mimado-.

-Yo no soy...- Lo pensó un rato -bueno soy un águila que ha sido mimado por su bella dueña y es hora de sus mimos- me extendió la mano para bailar.

-Es el último, estoy cansada- él asintió. Nos dirigimos a la pista y bailamos por última vez. después de ello nadie me invitó a bailar, afortunadamente. Durante un ben tiempo, estuve sentada junto a Heinley que de vez en cuando se levantaba a traerme rebanadas de piña y otros dulces -si sigo comiendo así engordaré- me quejé mientras llevaba a mi boca otra rebanada de piña.

-Reina está demasiado delgada, me preocupa la salud de reina- un puchero se formó en su rostro. No pasó mucho tiempo desde que mis damas de compañía llegaron con la noticia de la gran donación de Rashta -¿le advertirás?- Negué con la cabeza.

-Fui clara en la carta, ella tomó su decisión así que ahora debe lidiar con las consecuencias-.

El baile de máscaras fue sin ningún incidente esta vez, pero después de este la misma pregunta del duque Elgy me cayó como un balde de agua fría.

-¿No te sientes triste?-.

-¿A qué se refiere?-.

-En el desfile, solo fue hasta que la vieron ser amistosa que dejaron de ignorarla-.

-Era inevitable-.

El duque repitió mis palabras en un murmullo frívolo -las personas son así. Solo recuerdan lo último. No importa lo que uno haga, si no les agrada eso último, te dan la espalda enseguida y se olvidan de todo lo que había hecho por ellos- lo miré a los ojos y suspiré.

-Supongo que es cierto, el ser humano en muchos casos suele ser cruel y no tener empatía por el otro, ante esto solo queda ser fuerte y seguir adelante, después de todo, cada buena o mala acción carga con una consecuencia y para algunos el peso de ella es insoportable-.

-Esas consecuencias suelen tardar en llegar- suspiró -reina, es usted verdaderamente comprensiva. Si fuera yo, estaría un poco enfadado- su tono retomo el tinte de burla y compasión del inicio.

Asentí, señalando en dirección al palacio del sur, había decidido a regresar y pasar tiempo con Heinley -siento interrumpir su tiempo a solas. Me iré-.

El duque sonrió dulcemente y se levantó -la acompañaré en su camino-.

El camino fue silencioso y al llegar a mi habitación la puerta se abrió -reina, iba a buscarte-.

-Ya estoy aquí- sonreí.

-Elgy- mi esposo miró extrañado al duque.

-Su alteza- dijo -creo que comienzo a comprender porque le gusta tanto su alteza la reina- dijo con tono burlón antes de irse. Heinley lo fulminó con la mirada.

Atte: Sana~i. 


Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora