ADVERTENCIA: CONTENIDO RELACIONADO A VIOLENCIA SEXUAL.
Olivia entró en el dormitorio de huéspedes con una bandeja cargando algo de comida que sus hijas habían traído de la casa ya preparada por la señora Hooper. Apoyó la bandeja en la mesa junto a la cama y corrió las cortinas para que entrara la luz del sol, era pasado el mediodía y Jian había descansado toda la madrugada y la mañana, lo cual era algo bueno, dormir ayudaría a que su cuerpo sanara más rápido.
Fue hacia ella para ayudarla a sentarse y le acomodó algunas almohadas en la espalda para que le hicieran de soporte en la cabeza. Los golpes se habían oscurecido en comparación con horas antes cuando la había visto por primera vez, también estaban más inflamados y apenas podía mantener los parpados abiertos. Olivia había tratado con victimas de violencia sexual en el pasado, tanto en el siglo diecinueve como cuando solía ser psicóloga en su época. Era diferente para hombres y mujeres, pero la humillación y dificultad para hablar respecto a lo sucedido era la misma. Normalmente era buena manteniendo la distancia respecto al paciente para que sus emociones no obstruyeran el profesionalismo de la entrevista psicológica, pero con su hija, viendo lo lastimada que estaba, imaginando todo lo que esos hombres podían haberle hecho, era difícil no llorar y estaba poniendo todas sus fuerzas en eso.
—¿Descansaste un poco, mi amor?
Jian asintió y tocó sus ojos como si le costara comprender que estaban allí. Ni siquiera los sentía por la inflamación de los parpados rodeándolos.
—Está algo inflamado —le informó—. Tal vez pueda ver si consigo hielo o enviar a tu padre a las montañas.
Miró por la ventana hacia la lejanía, donde la montaña más alta tenía nieve en la cima.
Jian negó y aceptó la bandeja con comida para ver si podía empujar algo entre sus labios inflamados.
—Le tomaría días hacer el viaje y la nieve se derretirá antes de llegar.
—Supongo que tienes razón —. Tomó asiento al borde de la cama y la ayudó a comer—. Te traeré un popote.
Olivia dejó la habitación rápidamente para ir hacia la cocina y revisó en todos los cajones en busca de un popote que estaba hecho con pasto seco y era biodegradable. Le ayudaría a poder tomar el jugo sin tener que presionar el vaso contra sus labios o abrirlos demasiado.
Regresó al dormitorio y volvió a asistirla.
Jian no decía mucho, probablemente porque hablar era incomodo con la inflamación en el rostro y también porque no tenía nada que decir. Lo sucedido todavía parecía una pesadilla surrealista y si no fuera por el dolor en su cuerpo, no creería que realmente había sucedido.
Olivia se quedó a su lado y no supo que hacer o decir.
No era como charlar con un paciente y hacer terapia, era su hija. Su bebé. Y verla de esa forma la llenaba de furia e impotencia. Si hubiera podido evitar que eso le sucediera a Jian lo habría hecho, si hubiera podido ponerse en su lugar, también lo habría hecho, prefería mil veces cargar ella misma con el dolor antes que ver a uno de sus bebés sufrir.
Había preguntas que necesitaba hacerle respecto a lo sucedido para poder iniciar un estudio médico que ahuyentaría la posibilidad de enfermedades de transmisión sexual. Necesitaba hablarle al respecto, pero llevarla a revivir lo sucedido se sentía como algo cruel e injusto para hacerle.
—Debemos curar las heridas, cariño —consiguió decir suavemente y Jian levantó la vista del plato con comida que apenas había tocado y asintió—. Yo puedo hacerlo si quieres, pero...Pero me gustaría que Harvie participara, comprenderé si no lo deseas y no hay problema, pero él tiene más conocimientos que yo ¿comprendes?
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Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADOR
Ficção HistóricaMuchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él. A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...