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6 de octubre 1896

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6 de octubre 1896.
White Oak, Minnesota.

Decidieron adaptar la entrada al jardín como un dormitorio temporal para Maximilian, pues tenía las enormes puertas con cristales para admirar el paisaje, circulaba mucho aire y durante el día estaría inundado en luz. Jonathan bajó una de las enormes camas con la ayuda de sus hijos y las mujeres trajeron el colchón y mantas para prepararla. Le colocaron una mesa de luz junto a la cama y los empleados ayudaron a hacer que el espacio se sintiera como un dormitorio, con su escritorio, una pequeña cómoda para guardar su ropa y cortinas cubriendo las ventanas para cuando quisiera privacidad.

Olivia esperaba que eventualmente Maximilian pudiera recuperar su caminar para tomar uno de los dormitorios en el segundo o tercer piso, pero de momento era lo mejor que podía hacer para darle cierta independencia, él era capaz de mover un poco su silla con el brazo derecho, el cual tenía algo más de fuerza y, por lo tanto, podría andar por la primera planta siempre y cuando no se topara con escalones.

Jonathan cargó a Maximilian hacia la cama y se apartó para que Olivia pudiera hacerse cargo de él con Eloise.

—Ya, muchas gracias por la ayuda, pero ahora Max necesita algo de privacidad para cambiarse, así que fuera todo el mundo.

Echó a su familia y empleados desde la habitación y comprendió la curiosidad que sentían. Nunca habían visto a una persona en el estado de Maximilian y no lo comprendían, al menos a él no parecía molestarle la atención, probablemente la necesitaba después del abandono emocional que había experimentado toda su vida. Su mente estaba dividida entre la de un niño buscando una madre y un hombre ansiando su independencia y libertad.

Con la ayuda de Eloise, le quitaron la ropa para ponerle el pijama.

—He tomado este pijama de uno de mis hijos, pero en la mañana debo ir a la ciudad y te traeré más ropa ¿de acuerdo, Max? Vamos a conseguirte unos trajes muy cómodos y hermosos —. Maximilian asintió con la atención puesta en las enormes ventanas para observar el campo de noche—. ¿Te gusta la vista? Es muy bonito, ahora antes de dormir podemos ir a mirar las estrellas si quieres, te enseñaré la constelación de Orión, es mi favorita.

Olivia tomó la remera de las manos de Eloise y se la colocaron ayudándole a pasar sus brazos por las mangas. Maximilian tenía motivación lo cual era importante para su rápida recuperación, él ya quería hablar y moverse, intentaba levantar su brazo derecho que conservaba un poco más de fuerza, pero con suerte conseguía apartarlo unos centímetros de su torso. Tenía buena movilidad en los dedos tanto de las manos y los pies y eso era importante pues implicaba que sus tendones no estaban del todo imposibilitados. Su motivación lo llevaría lejos y Olivia ya podía visualizarlo, además ella no se rendería hasta que él estuviera conforme con su progreso.

Lo pasaron entre las dos hacia la silla de rueda y Eloise murmuró una disculpa y se ausentó para llorar en otro salón. Olivia habría marchado detrás de ella para consolarla, pero en esos momentos su prioridad era Maximilian, así que abrió la puerta hacia el patio y empujo la silla de ruedas para que tuviera un momento en el porche.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora