Muchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él.
A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...
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Ethan llegó a la fiesta para el cumpleaños de Elizabeth con su familia y hermanas. Estas últimas fueron corriendo a buscar a Adalynn y su madre se reunió con Olivia en un amistoso abrazo y empezaron a charlar inmediatamente, yéndose hacia el salón con sus brazos enganchados. Charlie se reunió con Darrin como dos buenos amigos y socios de trabajo e Ethan estaba por ir hacia el salón para saludar a Grayson y Geordie cuando Jonathan le atrapó del cuello de la chaqueta y lo arrastró hacia el corredor
Ethan frunció el ceño cuando lo estampó contra la pared del pasillo, lejos de todo el mundo.
—¿Ya me metí en problemas?
—No te hagas el gracioso conmigo, Jones. Necesito tener unas palabras contigo —. Lo soltó e Ethan se acomodó la chaqueta de su traje—. No me agrada que estés con mi hija, no la mereces y no me importa que tan exitoso, educado y bueno seas, jamás la merecerás. Ella siempre será demasiada mujer para ti y espero que te esfuerces el doble para hacerla feliz y darle todo lo que ella quiera, porque si me entero que mi hija sufre o pasa necesidad por tu culpa...Puede que no sea posible matarte, pero nada me impide darte una buena golpiza, Jones.
—Soy consciente de que Elizabeth es demasiado asombrosa para mí y al igual que usted no termino de comprender porque me ama, señor, pero si cree por un minuto que dejaría Elizabeth pase necesidad, entonces confirmamos que no me conoce. Vendería mi honor y mucho más para poder hacerla feliz.
Jonathan se relajó un poco como si eso fuera exactamente lo que pretendía escucharle decir.
—Bien, así debe ser. Y espero la apoyes y la consientas, es una mujer muy sensible y necesita atención y amor, necesita sentir que importa y que es querida y aceptada, tendrás que darle todo eso y más. Y ayudarla con su ansiedad, porque se pone nerviosa y se preocupa fácilmente y necesitará que la puedas calmara cuando no lo consiga sola.
—Lo sé, señor...—. Ethan buscó que Jonathan lo mirara a los ojos y le apoyó una mano amistosa en el hombro—. Cuidaré de ella, señor Morgan.
Jonathan tardó en asentir mirando hacia el suelo y se le formó un nudo en el pecho al comprender que ya no podía hacer nada para evitarlo. Debía dejar que su hija creciera y se convirtiera en una mujer, debía tratarla como una y aceptar que Ethan sería el hombre responsable de convertirla en mujer.
Respiró hondo y tiró de Ethan para abrazarlo.
—Sé que lo harás, Jones.
Cuando se apartó, Ethan supo que Jonathan contenía lágrimas, pero no las derramó, solo se aclaró la garganta sin mirarlo y se marchó para volver a la fiesta. Le dejó confundido, pues no sabía porque repentinamente Jonathan parecía haberlo aceptado en la familia o qué había cambiado para provocar esa drástica decisión de su parte, pero le alivió saber que las cosas se resolvían para que él y Elizabeth pudieran ser felices juntos.
