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Cuando Olivia y Jonathan dejaron la casa, Jonathan se tensó al ver al grupo de personas entorno a los cuerpos y el carro de oficiales que habían llegado a la escena

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Cuando Olivia y Jonathan dejaron la casa, Jonathan se tensó al ver al grupo de personas entorno a los cuerpos y el carro de oficiales que habían llegado a la escena. Quería evitar acercarse, pero sabía que necesitaban aparentar la misma curiosidad así que siguió a Olivia cuando cruzó la calle para ir a fingir conmoción y estuvo a su lado mientras ella hablaba con los vecinos intentando descubrir que había sucedido.

—Nadie vio nada, señora, pero sin duda fue un robo que salió mal, nomás mire...Este pobre hombre tenía su arma en mano para defenderse, pero parece que no le ha dado el tiempo.

Se marcharon después de curiosear un rato y tomaron el tranvía hacia el centro de la ciudad para visitar la imprenta. Jonathan la siguió, aunque iba callado y sumido en sus pensamientos, no dejaba ir la mano de Olivia y se recostaba en ella mientras iban sentados en el transporte, como un niño pequeño buscando consuelo.

Muchas veces eso era, un niño pequeño atrapado en el cuerpo de un adulto. Un hombre que solo quería ser consolado y sentirse a salvo, pero que cargaba con todas las presiones y responsabilidades que la sociedad ponía sobre sus hombros. No era justo. No era justo como los hombres tenían que agotarse hasta la muerte para cuidar y proteger de todos, siempre siendo perfectos y educados y fuertes e indestructibles. No era justo que no les permitieran ser humanos y los prepararan para ser maquinas.

Olivia acarició su mejilla mientras él se recostaba en su hombro con sus ojos cerrados y sus manos entrelazadas y suspiró. Quería cuidar de Jonathan, pero no estaba segura de saber cómo.

Llegaron a la imprenta y la campana sonó sobre ellos cuando empujaron la puerta.

Era una habitación agradable, con algunos escritorios con máquinas de escribir, papeles y tinta. La enorme imprenta estaba hacia el fondo del salón y dos hombres se encontraban trabajando en el diseño de la próxima impresión. Había una mujer escribiendo en un escritorio y otra mujer sirviendo café, era fácil deducir que una de las mujeres era asistente mientras la otra reportera. Fuera de ellas, el resto del ambiente era bastante masculino.

—¿Puedo ayudarle en algo señora?

—Me gustaría hablar con la persona responsable de difamar la reputación de mi hijo en la última entrevista con Aldous Wood.

El hombre que se había acercado a Olivia bajó la mirada y con las manos en la espalda lanzó una mirada hacia otro lado.

—Esa sería yo, señora Morgan.

Olivia miró hacia la mujer en el escritorio y su rostro cambió de expresión. Sintió un gran desconcierto al percatarse de que su problema en esa situación sería con una mujer, por algún motivo su mente había asumido que se enfrentaría a un hombre y claramente Jonathan tenía la misma idea, pues se mostró igual de desconcertado.

—¿Tu escribiste la nota sobre mí familia?

—Únicamente escribí lo que Aldous Wood tenía que decir sobre ustedes.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora