29 de septiembre 1896.
White Oak, Minnesota.Floyd entró en el dormitorio con la bandeja del desayuno y le sorprendió ver que Adalynn ya estaba despierta y había ordenado su habitación. No había dormido mucho considerando que habían regresado del gazebo pasada las tres de la mañana y aun así ella se había despertado con la alarma contrario a su costumbre de dormir y encapricharse cuando la querían despertar.
—Veo que te levantaste temprano hoy.
—Sí, quería ordenar un poco mi dormitorio y retomar mis lecciones para no atrasarme con el estudio en lo que mamá y papá deciden a que escuela enviarme.
—Oh, de acuerdo, me parece una muy buena idea. ¿Necesitas ayuda? —. Negó y tomó la bandeja del desayuno sonriéndole—. ¿Quieres compañía?
—Te aburrirás, pero si quieres a mí no me molesta.
Ella dejó el té y los pasteles en su escritorio y apoyó la bandeja contra este en el suelo para que no ocupara espacio que quería para empezar a estudiar. Floyd se agarró uno de los libros que ella leía y se sentó en el sofá no sin antes lanzarle un vistazo.
Las horas se consumieron sin que ninguno hablara.
Adalynn estaba concentrada en sus estudios intentando educarse a sí misma pues no tenía maestro y Floyd se enfocó en su lectura, avanzando por las páginas de la novela fácilmente. Cada tanto la miraba, pero ella estaba tan concentrada en lo que hacía que no le prestaba atención.
—¿Me ayudas con matemáticas, por favor? Se me dan muy mal.
Le alegró que al menos lo necesitará para algo y dejó el sofá para ir a su lado. Miró el ejercicio en el que ella se había trancado y acercó un banco para sentarse a su lado y explicarle. Pasó la siguiente hora concentrándose en enseñarle esas nuevas operaciones que no había visto antes y tuvo paciencia mientras ella intentaba hacer los cálculos con su mente, algunas veces ayudándose de los dedos porque realmente las matemáticas y tablas de multiplicar no eran su fuerte.
—No, la raíz cuadrada de ciento dos, no es nueve, pequeña.
—Pero es el que más se acerca —. Floyd negó y le borró lo que había anotado en la hoja—. Agh, voy a estar mil años intentando encontrarle la raíz.
Floyd se rio cuando ella se golpeó la cabeza contra el escritorio con ganas de arrancar las hojas del cuaderno y tirar todo a la basura.
—No exageres, estás muy cerca solo debes acordarte que existen número después de la coma —. Ella continuó calculando y finalmente anotó el valor y Floyd asintió—. Bien, pero el número es más largo que eso.
—¿Tengo que escribirlo todo?
Floyd asintió y ella gruñó y regresó a intentar calcularlo.
—Bien, ahora redondea.
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Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADOR
Ficción históricaMuchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él. A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...