Muchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él.
A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...
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Hardy estaba afuera de la casa de los Jones esperando por Aiden, se había ofrecido a acompañarlo porque desde que todos sus hermanos se habían casado, solo habían quedado ellos y un fuerte lazo se había formado.
Soltó el humo del cigarro y se apartó de la puerta cuando Aiden la abrió para salir, solo que se apartó y dos mujeres dejaron la casa primero. Hardy frunció el ceño al verlas pasar junto a él riéndose y alejarse juntas por el camino y cuando Aiden dejó la casa se acercó a su oído.
—¿Esas son las hermanas de Jones?
—Así es.
—¿Qué no tenían como diez años la última vez que las vimos? —. Aiden se encogió de hombros sin apartar los ojos de ambas mujeres y Hardy maldijo—. La rubia es bonita.
—Me gustan las castañas...—. Se miraron y regresaron la atención hacia las mujeres que se alejaban con sus brazos enganchados—. ¿No crees que a Ethan le moleste sí...?
—Nah, él está con nuestra hermana ¿no?
—Buen punto.
Bajaron el porche rápidamente y se apresuraron por el camino para alcanzarlas y avanzar junto a ellas.
—¿Aprovechando el sol, señoritas?
Ellas se rieron cuando ambos se quitaron el sombrero para saludarlas y respondieron con una inclinación.
—Así es, señor Morgan, pensamos que sería un buen día para ir hacia el río.
—¿Les molesta algo de compañía extra?
Sharleen y Jenelle se miraron y ambas sonrieron.
—Por supuesto que no —dijo Sharleen—. De hecho, nos sentiremos más seguras con la compañía de dos caballeros.
—Sin duda las cuidaremos —. Hardy ofreció su brazo a Sharleen y ella soltó a su hermana para agarrarse a él—. Se ve muy hermosa, si me permite el atrevimiento, la última vez que la vi creo que ambos eramos jóvenes e inmaduros.
—Usted no viene por estas zonas de White Oak muy seguido.
—Y usted no visita el pueblo tampoco.
—A mi padre no le gusta mucho que nos alejemos, no desde que sucedió lo de la señora Tatham...Gwendoline me refiero.
—Su padre está en lo correcto al protegerla.
Hardy era doce años mayor que Sharleen, ella tenía veintidós años y él ya había pasado los treinta. Aiden solo le llevaba ocho años a Jenelle y sonrojarla le era demasiado fácil.
Las escoltaron hacia el rio y se sentaron en el césped frente a ella, que decidieron acomodarse en unas rocas para no ensuciarse demasiado.
—¿Trabaja con mi padre ahora? —curioseó Janelle, inclinándose hacia Aiden.
