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Olivia se rio con su atención puesta en Jonathan

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Olivia se rio con su atención puesta en Jonathan.

Él estaba recostándose contra la puerta con las manos cruzadas en la espalda y tenía esa pequeña sonrisa en su rostro que la seducía. Podía ser un hombre muy coqueto cuando se lo proponía y Olivia no tenía habilidades para resistirse a sus encantos.

Se quitó los pendientes, observando la sangre en sus dedos y maldijo. Era un milagro que Bernard no se los hubiera arrancado. Desabrochó el vestido para quitárselo y Jonathan recorrió su cuerpo con la mirada esperando que se desnudara. Se rio cuando ella le apoyó una pierna contra el muslo y tomó el borde de las medias que terminaban en sus rodillas y se las quitó lentamente, hizo lo mismo con la otra pierna y la vio quitarse el corsé y lanzarlo hacia el sofá antes de que la camisola le siguiera.

Y allí estaba, su ángel completamente desnudo para él, la única mujer en el mundo que había conseguido robarle el corazón sin siquiera intentarlo y le había empujado a replantearse toda su vida y decisiones. La mujer que había traído magia a su mundo, literalmente hablando, con viajes en el tiempo, duendes y piedras mágicas.

La besó cuando ella se apoyó contra él y solo pudo mantener las manos en la espalda por un segundo más antes de envolverla con sus brazos y acariciar su suave piel.

Había intentado cambiar el destino por ella, había luchado una guerra a su lado y había sostenido su mano mientras daba a luz a su primera hija biológica. Con Olivia había construido un hogar, un pueblo, había cruzado las aguas y la había buscado en todos los rincones cuando los piratas se la habían llevado. Ella le había enseñado el futuro y le había salvado la vida tantas veces que ya había perdido la cuenta. Se salvaban mutuamente todo el tiempo y cuando uno estaba en peligro, la seguridad propia dejaba de importar.

Le estrujó las nalgas y ella gimió en sus labios y sonrió.

Olivia lo entendía como ninguna otra persona, conocía sus miedos, obsesiones y terrible carácter. Sabía que era un hombre explosivo y le daba paz saber que no le temía por eso, su mundo se haría pedazo si ella le temiera. Y él la conocía a ella, sus miedos, obsesiones y terquedad...Sabía que era una mujer de temer, esa clase de mujer que puede sonreír a sus enemigos en la cara mientras tiene a todo un ejercito de hombres bajo su puño, tenía ese poder en su voz y su mirada. Ese aire de fortaleza que incluso los más grandes soldados admiraban en ella. Pero Jonathan también conocía su fragilidad y lo dañada que estaba su mente, aunque ella no quisiera reconocerlo.

Dejó que le quitara la camisa y retrocedió con ella hasta que lo empujó hacia la cama y se sentó sobre sus caderas.

Olivia tenía pesadillas.

Habían comenzado hacia algunos años y no eran constantes, Jonathan empezaba a notar un patrón en las mismas. Aparecían solo en las noches que ella estaba más estresada, cuando el día parecía haberla abatido y aun así ella se obligaba a sonreír.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora