37

162 9 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo les fue? — habló Harald

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo les fue? — habló Harald.

—Estoy bien— dijo Eyra, su esposo buscaba signo de daño—. Tranquilo.

—Nunca está de más preocuparse— dijo Halfdan.

—A veces te preocupas demasiado.

—Porque te amo.

—Y yo a ti— sonrió Eyra viendo a su esposo a los ojos.

***

—¿Y esos cofres?

—Supongo que Rollo le habló de mi fascinación por ella.

—Son vestidos— dijo Elin abriendo uno de ellos.

—Puedes tomar los que gustes.

—Lanzarán a tu tío por la borda— dijo Kaira.

—Y que lo dejen abajo— sonrió Eyra.

—¡Sáquenlo!

—Que triste, no subió solo— dijo la princesa.

—¡Remen!

—¿Estás bien? — le preguntó la hermosa mujer rubia.

—Sí, gracias por venir, hacía tanto que no venías a verme.

—Kattegat fue atacado, pero tus hijos están bien, Torvi los puso a salvo y Lagertha se erigió como la nueva reina de Kattegat.

—Gracias por venir a decirme, ¿puedes decirle a Aren cuánto lo amo?

—Claro que sí— la mujer se inclinó a besar su vientre aún plano, lo cual creó cierto escalofrío sobre la princesa, la hizo estremecerse y temblar, casi pierde el equilibrio y su esposo la alcanzó a sostener.

—¿Qué sucede?

—La diosa me visitó.

—Todo estará bien— le besó la frente.

—Sé que así será, ella jamás me daría malas noticias—dijo Eyra—. He encomendado mi vida a ella, cada decisión que he tomado y las que no también, incluso este matrimonio y nuestros hijos son gracias a bondad de los dioses y ella es quien me ha visitado para confirmar lo que ya sabía o sospechaba.

El fin de la Era DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora