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—Tienes la costumbre de caerte.

—Y tú de no atraparme.

—Ya bésala— dijo Elin y los esposos se burlaron.

—Arruinas el momento— la vio antes de tomar las mejillas de su esposa y besarla con fuerza.

—Ella también está celosa— sonrió divertida.

—Bravo, aún no termina la batalla y ustedes revolotean por el lugar— dijo Viggo.

—Otro celoso— dijeron ambos, ya era chiste local en ese grupo.

—Sonará extraño— dijo Kaira—, pero extraño a los niños.

—Los volveremos a ver pronto— dijo Gisli.

***

—¿Por qué no corres? — dudó Halfdan—. ¿Te sientes mal?

—Cariño, te falta por aprender— dijo guardando su espada—. Este recinto está vacío.

—Puede ser una trampa— dijo Bjorn.

—Ustedes, síganos— dijo Harald, quien entró seguido de su séquito y otro poco de hombres.

—¡Está vacío! — exclamó Kaira con las hachas en alto.

—Quiero que saquen todo lo que tenga valor— dijo Eyra a su gente—. Llenaremos el barco con este saqueo.

—Eyra— la llamó su esposo.

—No— empujó la princesa al arquero—. Es Egbert.

—Ordeno que le perdonen la vida— dijo Bjorn.

—Iré a buscar a Floki— dijo Kaira.

—Con cuidado— dijo Eyra—. Aquí los esperamos.

—Floki— exclamó Kaira cuando lo vio salir. Eyra comenzó a llorar cuando lo vieron carar el cuerpo de su esposa. Pidió privacidad, pero Kaira y Viggo se apresuraron detrás de él, entre ellos, Elin, Gisli y Eyra cavaron la tumba con sus propias manos, luego Floki la depositó con sumo cuidado y todos permanecieron de pie, alrededor de la fosa mientras él la preparaba para su viaje al Valhalla.

—Cuando Valder, el querido hijo de Odín murió, no solo lloró la gente, el fuego lloró y el hierro y todos los otros metales lloraron. Las piedras lloraron, la Tierra lloró. Adiós, viajera, adiós, mi corazón, adiós... por ahora— Floki lloraba, se inclinó a abrazarla una última vez.

***

—Debemos discutir, qué hacer con el rey Egbert.

—¿Qué debemos discutir? — inquirió Ivar—. Le hacemos el águila de sangre. Egbert es tan cupable como Aelle así que debemos hacerle lo mismo. Se los he dicho, hermanos, ¡yo estuve aquí!

El fin de la Era DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora