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—En verdad es muy hermosa, más de lo que cuentan

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—En verdad es muy hermosa, más de lo que cuentan.

—No sabía que hablaban de mí.

—Créame, princesa, las leyendas también la incluyen.

—Espero que cosas buenas.

—Dicen que salió ilesa del saqueo a París.

—Tengo algunas cicatrices en la espalda alta, fue adrenalina pura.

—Por eso quiero ir, matar cristianos y llenar los barcos con tanto oro que se hunda.

—Algo así fue nuestra última travesía— rió la rubia—. Guardaré un lugar junto a mí.

—Estoy deseoso de ocuparlo.

—Kattegat no es un atractivo turístico, es más comercial, pero te puedo llevar a verlo cuando hayas descansado.

—Es una cita— le sonrió.

—Es una cita— correspondió la sonrisa y entraron al salón, donde varias miradas repararon en ellos, porque era extraño verla en compañía de un hombre fuera del campo de batalla. Su mesa estaba despejada, así que lo condujo ahí. Aslaug sonrió desde su asiento, pronto Bjorn y Torvi tomaron asiento con ellos.

—Bienvenido, Halfdan— dijo Torvi.

—Gracias— sonrió el susodicho.

—Espero se encuentre cómodo— se burló Bjorn de su hermana.

—Ni se imagina— le guiñó el ojo a la rubia antes de comenzar a beber.

—¿Y bien? — dudó Elin cuando sus amigas volvieron.

—Es muy guapo— dijo Eyra con una sonrisa.

—Mañana le enseñaré mis hachas— dijo Kaira.

—Creo que es nuestra oportunidad— dijo Eyra—. Deberías aprovechar.

El fin de la Era DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora