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—Has pasado tu vida en las sombras— dijo Bjorn—

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—Has pasado tu vida en las sombras— dijo Bjorn—. ¿Por qué no le muestras tu verdadera identidad a Alfred? Fue tu compañero en la niñez, estoy seguro de que te aceptará.

—No, su padre me expulsó de la villa— dijo Magnus—. Alfred nunca trató de saber qué había pasado conmigo. Si me mostrara ante él, estoy seguro de que me mataría.

—¿Sí te das cuenta que eran niños, cierto? Un niño no puede decidir por sí mismo, hay cierta edad donde debes acatar las órdenes de los adultos. Eso es igual aquí, en Noruega y en Francia— dijo Eyra—. Podrías mostrarle tu identidad ahora que estamos aquí, ¿no te has acercado por eso a Bjorn?

—El rey Egbert y su familia me traicionaro, como a nuestro padre— dijo Magnus. Eyra se mordió la lengua—. Dicen que están aquí para apoyar al rey Alfred. ¿Cómo pueden hacerlo?

—Estamos a su merced— dijo Bjorn.

—¡Él debería estar a la tuya! Alfred es tan culpable como su padre y su abuelo por la muerte de nuestro padre.

***

—A mí no me convence.

—Tampoco, pero asegura ser hijo de Ragnar.

—¿En verdad estuvo con la reina Kwenthrith?

—Claro que no, pero déjalo que siga ilusionado.

—Mejor que demuestre ser un buen vikingo.

—Pues deberías entrenarlo.

—O podemos dejarlo en manos de Viggo y Kaira.

—Me gusta más ese plan— sonrió acomodándose en la cama—. Bjorn sigue molesto, creo que está celoso de que su mejor amigo ya no le haga tanto caso.

—Porque ahora estoy con mi mujer, si él estuviera casado, entendería esa situación.

—Supongo que le molesta que Alfred se haya desposado con la cristiana.

—Cuando estuvimos en el Mediterráneo, estuvo con una concubina.

—Pues debió traerla, al menos para entretenerse en lo que encuentra una esposa.

—Torvi es tu amiga, ¿no te molesta?

—Ahora está con Ubbe, eso debería molestarme.

—Es nuestro aliado.

—Por ahora, cariño, por ahora— aseveró al darle un beso, Halfdan correspondió tratando de descifrar el nuevo plan de su esposa.

***

—Tengo noticias— dijo el rey Alfred desde su trono—. Una gran flota de vikingos viene a Wessex. Por lo que escuché, el líder de la armada es el rey Harald Finehair, que como saben, nos ha visitado antes. Acepté darles refugio aquí, y a cambio acordaron pelear contra sus compatriotas; el momento ha llegado. Trabajarán con mi hermano, el príncipe Aethelred, y con el obispo Heahmund en una estrategia para vencer al ejército de Finehair. Y si se niegan, morirán. No habrá más futuro aquí, ni se les entregarán tierras, nada— le dedicó una mirada a cada uno de los vikingos que tenía enfrente antes de ponerse de pie y bajar los escalones—. Deben entender, y creo que entienden, el riesgo personal que tomé al protegerlos, ruego que nadie me traicione.

—No te traicionaré— dijo Ubbe—. Pelearé contigo contra el rey Harald.

—Con quién cree que está hablando, magestad— dijo Eyra al notar tenso a su esposo, quien le soltó la mano ante la mención de su hermano.

—Tengo una deuda pendiente con él— dijo Halfdan.

—Debemos prepararnos— dijo Bjorn al dar la vuelta para salir.

—Debe ser duro para ti— dijo Eyra.

—No lucho por la gloria, el valor o un pedazo de tierra. Bjorn me enseñó a ir mucho más allá.

—Te encontraste a ti mismo en el Mediterráneo— sonrió buscando su mirada.

—Estoy listo para el Valhalla— aceleró el paso creyendo que lo seguiría.

—¿Qué piensas? — se paró Sigvold a su lado.

—Otra vez ese presentimiento— dijo con aire ausente.

—¿Quieres trazar un plan de reserva?

—No, ya lo tengo, creo.

—¿Qué te pasa? — se acercó Kaira.

—¿Nuestros hijos irán a la batalla?

—Ya es tiempo— dijo Viggo—. Lo hemos postergado por mucho tiempo.

—¿Cómo les fue en la junta? — se acercó Thorun de la mano de Aren.

—Nada enorgullece más a un padre que llevar a su hijo a su primera batalla— dijo Viggo viendo a ambos jóvenes, pues todos sabían que terminarían juntos, así trataba al hijo de Halfdan como si fuera propio, cosa que él también hacía.

El fin de la Era DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora