77 - No Rompamos La Magia... (I)

1.3K 141 8
                                    

Los meses pasaban y la relación entre Amelia y Luisita era increíblemente perfecta...

Luisita volvió a ser aquella chica divertida, bromista,sociable...su relación con su familia volvía a ser tan estrecha como en el pasado... su hermana María volvió a ser su mejor amiga, se contaban sus días buenos y malos, sus enfados con sus parejas, sus confidencias... no había secretos entre ellas... la sonrisa volvió a lucir cada día en su rostro... tenía un trabajo que le hacía feliz... cada día estaba más involucrada en la radio y siempre sacaba tiempo para el negocio que tenía con su hermana, entre las dos aquel bar estaba funcionando a las mil maravillas y siempre que podía allí estaba mano a mano con sus padres y su abuelo en el bar echándoles un cable y disfrutando de aquella familiaridad con los clientes del barrio que tan bien conocía.
Por otra parte aquellos dolores de cabeza desaparecieron por completo, sus revisiones medicas habían terminado pues ellos decidieron que estaba plenamente recuperada, su memoria cada día era mejor, iba recordando su pasado con el apoyo de su familia y su otra mitad Amelia y de ella es de quién no se separaba... habían recuperado el tiempo perdido, aquella magia que solo ellas dos creaban con una simple mirada había renacido, la convivencia entre ambas era impecable, siempre que sus trabajos se lo permitían el resto del día lo compartían juntas, se contaban su día a día, sus problemas, sus triunfos, disfrutaban la una de la otra... se querían... con Amelia sabía lo que era la felicidad y sobre todo tenía claro que quería compartir el resto de su vida con ella... quería un futuro con Amelia ...

A Amelia no le iba nada mal las cosas... había encontrado la felicidad en los teatros de Madrid... por fin disfrutaba de su trabajo y por fin podía compartirlo con su chica después de pasar horas subida en un escenario disfrutando de su faceta como actriz... lo que más le llenaba era poder salir de allí y seguidamente entrar en su hogar y compartirlo con esa persona que tanto quería...
Sus miedos, sus inseguridades, habían desaparecido porque la rubia le había demostrado lo que la quería y que quería una vida junto a ella... su familia estaba lejos, en Zaragoza exactamente y siempre que podían ambas se escapaban a verles, los echaba de menos pero gracias a los Gómez sabía lo que era tener otra familia en Madrid, eran unos segundos padres, eran su segunda familia y ellos la trataban como una hija más, estaba feliz, sonriente, como hacía mucho tiempo no lo estaba y eso era gracias a la familia Gómez y a su otra mitad... Luisita...
No pedía más... eso era exactamente lo que ella necesitaba...

Pero Luisita si tenía un miedo, uno que no se atrevía a compartir con Amelia porque era algo que les podía cambiar el futuro y no sabía si la morena lo compartiría con ella... no quería romper esa magia que tanto les había costado crear de nuevo y ese miedo le impedía ser completamente feliz... pero hasta ahora se conformaba con lo que tenía... no quería perderla, no quería asustarla... pero ese pellizco en el corazón, esa necesidad que cada día resonaba en sus pensamientos le hacia estar inquieta... no era nada malo al contrario, pero no sabía si Amelia compartiría ese sueño con ella... quizas sería pronto para ello o quizás era algo que no entraba en los planes de la morena y ahí estaba dudosa deseando a que un día se atreviese a compartirlo con ella... y ese día llegó... sin planearlo... sin saber como durante esa conversación la rubia lo pronunció en voz alta...

Luisita: ( entrando por la puerta) Amor ya estoy en casa... (sin obtener respuesta) Amelia? ( entrando a la cocina) madre mía qué bien huele... dónde está mi novia y qué has hecho con ella?

Amelia: ( enfundada en un delantal se giraba sonriente) Te dije que un día cocinaría para ti y te sorprendería...

Luisita: ( acercándose a ella) En serio quién eres y qué has hecho con Amelia?

Amelia: ( frunciendo el ceño con rostro serio le daba un empujón) Idiota eres... (dándole la espalda) la última vez que cocino para ti...

Luisita: (sonriente se pegaba a su espalda rodeando con sus brazos su cintura depositando un beso en su hombro) Huele de maravilla... qué es?

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora