Capitulo 32

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-No es suficiente, no es suficiente.

Zaash

El sonido de la espada de madera contra el viento mientras es agitada de forma desesperada se puede escuchar en la parte trasera del jardín de la mansión.

-No es suficiente, soy muy débil...

ZASH ZASH

Ahora sonaba incluso más fuerte mientras que el rostro de Kaizen se tornaba un poco rojizo debido al cansancio.

-Debo ser más fuerte, más útil.

Dijo para si mismo mientras agitaba la espada cada vez como si todo dependiera de ello.

-Hugh...

Incluso con sus manos llenas de callos y su piel que parecía inflamada debido a la mala postura que tenía al usar la espada.

-Aun no es suficiente, Más, más, necesito más fuerza.

Kaizen parecía estar ignorando todo eso mientras mostraba un rostro desesperado que no era acordé a su corta edad.

-Ah...

TAP

La espada de madera cayó al suelo haciendo un ligero sonido pero debido a la soledad del lugar pareció como si fuera una roca.

-...

Kaizen miro sus manos ya que soltaron la espada incluso si no fue su intención hacerlo.

No se había dado cuenta, pero sus dedos estaban temblando debido a que ya no tenían las fuerzas necesarias para ni siquiera para sostener un pluma de un ave.

"Débil..."

No pudo evitar pensar en eso.

Incluso si sus manos están destrozadas o están sangrando, en realidad eso no le importaba a Kaizen.

No duele, ese tipo de heridas no eran lo suficientemente graves como para que entre en su categoría de "dolor".

- Me detendré por hoy, si hago más que esto Roger y Diana se enojaran mucho conmigo.

Sonrió ligeramente recordando los rostros eufóricos del enojo del Médico que lo atendía desde hace más de un año cuando llegó a la mansión por primera vez.

Junto al de Diana que parecía muy molesta ya que él no suele darle importancia a sus propias heridas.

Suele sentirse culpable cada vez que los ve preocupados y triste al ver sus heridas, pero...

-Soy un niño malo por sentirme feliz de aquello...

Verlos preocupados por su bienestar cuando nadie más lo había estado jamás antes de conocer a Diana, lo hace sentir bien.

Y sentirse feliz por ello lo hace sentir mal.

-...Quiero ser más fuerte... Quiero proteger lo que tengo...

Gracias a Diana, durante ese año que estuvo viviendo con ella aprendió muchas cosas.

Aprendió lo que es un abrazo cálido.

Aprendió lo que es una comida caliente.

Aprendió que es una cama mullida.

Aprendió que es dormir tranquilo.

Aprendió que estaba bien sentir miedo.

Aprendió a escribir su propio nombre.

Junto a Diana, fueron cientos de cosas las que aprendió, que aún no sabe los números suficientes para nombrarlos. Por la tarde ya va a clases de matemáticas.

El Loco Tirano se Obsesiono ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora