El Loco Tirano se Obsesiono Conmigo

Capitulo 47.1

[Pequeño Corto después de Kaizen se marchará]

El carruaje dónde Kaizen había subido ya no estaba a la vista, no importa cuánto mire el caminó por dónde se marchó, ya no había rastros de él.

-Ugh...

Solo entonces fue que Diana tocó su frente que había estado cubierta por su cabello alborotado.

-Ah... Menos mal Kaizen estaba tan aturdido que ni siquiera lo noto.

Al mover su cabello hacia un lado, una herida quedó expuesta. La misma que tenía Kaizen después de recibír el golpe contra el podio de madera.

El Don de Diana se activa con sus besos, la primera vez que Kaizen le robó un beso mientras estaba desmayada, su Don no funcionó.

Pero la segunda vez, ella estaba conciente. Por lo tanto el Don se activo y le "Robo" la herida a Kaizen.

Intencionalmente antes de besarlo, cubrió una parte de su frente con su cabello después de comprobar el sitio dónde Kaizen estaba herido.

Al besarlo incluso paso su lengua por encima de sus labios para que quede lo suficientemente aturdido y no se percate de que su herida había desaparecido.

-Jugué un poco sucio, seguramente se enojará cuando lo noté.

Diana podía imaginarse a Kaizen gritando en silencio mientras se agarra la cabeza del enojó y arrepentimiento por haber permitido que lo curase de nuevo, ya que Odia cuando Diana sale lastima.

-Uh... Siempre que las heridas cierran me da una sensación muy extraña.

Y como si fuera una ilusión o maquillaje para una obra de teatro. La herida en su frente desapareció sin dejar ni una sola marca y solo quedó piel tersa y sin imperfecciones.

-Bien, ahora ¿Debería buscar a mi hermano?

Diana había cabalgado en caballo durante dos días enteros sin parar para alcanzar a Kaizen.

Su padre apenas y pudo detenerla, antes de que lo notará, Diana se había marchado.

-Jaja... Cuando vengan estarán muy enojados conmigo.

Sintió frío de solo pensarlo, está vez sus padres estaran muy molestos con ella por correr de forma tan peligrosa.

Mientras pensaba profundamente en sus acciones. Un tibio y suave abrigo cubrió sus hombros como si fuera una capa.

-¿Que?

-No debiste salir así, por lo menos pudiste usar una bata encima.

-Ah.. yo...

Theor, su hermano a quien no había visto en mucho tiempo dejo a Diana sin palabras.

Sus ojos violetas parecían más oscuros que antes, su cabello liso rosa pálido contrario al cabello ondulado de Diana. Habia crecido con gracia poco más abajo del hombro, junto a un lazo de tela que lo mantenía atado, no había forma de quitarle los ojos de encima.

Un cuerpo lleno de músculos pero sin ser grotesco, combinaban a la perfección con sus largas manos parecidas a la de un pianista profesional.