Capitulo 42

1.8K 269 38
                                    

"El invierno se acaba y rápidamente paso un año desde que te fuiste, estaba tan acostumbrada a tu presencia que al ver cada lugar de esta mansión siempre termino buscándote sin saberlo..."

Escribió Diana en su diario al igual que siempre con una expresión tranquila pero llena de anhelo.

Ya ha pasado un año desde que Kaizen entro a la academia y dentro de dos meses también será el turno de Diana para hacerlo.

Durante todo este tiempo la rutina de Diana no cambio pero de alguna forma siempre se sentía que algo faltaba.

"Contigo aprendí que para extrañar no existe límites"

Hablar con Kaizen por teléfono solo la hizo querer verlo aún más. Pero no podía decirlo, fue ella quien le dijo a Kaizen que un año pasaría volando pero solo ahora se da cuenta que parece una eternidad.

Avergonzada de sus propios sentimientos y sin tener a donde guardarlos.

Durante estos últimos 5 meses, Diana comenzó a escribir en su diario sobre lo que pensaba de Kaizen y ya no solamente sobre el contenido de la novela original.

"Si supieras cuanto te extraño... ¿Me permitirías abrazarte hasta sentirme mejor?"

Escribir de alguna forma ayudaba a Diana a tranquilizarse de sus propias preocupaciones.

"Te extraño tanto que nunca supe que se podía hacerlo hasta este punto, cada mañana me parece gris a pesar de que el sol me en vuelve al despertar... comencé a resentirlo por borrar la noche, ya que solo en mis sueños puedo volverte a abrazar"

-...

Diana quien estaba sumergida en sus mas íntimos pensamientos, se levanto de un solo brinco de su escritorio cerrando el diario y guardándolo en un cajón con su rostro brillando en rojo al igual que una manzana.

-¡D-debo estar loca por escribir algo así!

Tocando su rostro enrojecido con ambas manos, comenzó a palmear sus mejillas para poder bajar el calor que sentía.

-Parezco como una chica de secundaria experimentando su primer amor.

Se dijo a si misma mientras se revisaba en el espejo para comprobar su expresión.

-...

Comparado al pasado, Diana tenía una expresión más madura, poco a poco los rastros de un niño pequeño desaparecen.

Sus ojos brillan al igual que el cielo, sus labios son gruesos y bien formados con un hermoso color rosa pálido.

Su cabello al igual que los petalos del Sakura japones, ondeaba vigorosamente hasta por debajo de su cintura.

Una belleza ciertamente comparada a una pintura.

"Es un desperdicio que solo sea un extra"

Pensó resentida mientras suspiraba.

Su personaje es solo "La amiga de la santa" que la ayudara en la academia para poder conocer a otros y al final morirá salvándola para que la protagonista tenga su final feliz.

-No, esta vez ni siquiera tengo planes de llevarnos bien.

¿Cómo es realmente la protagonista? ¿Es buena? ¿Acaso es solo una fachada y en realidad es una horrible persona? Nada de eso le importa a Diana ya que no tiene ni la más mínima intención de ser agradable con ella.

"Para empezar, quisiera no tener que conocerla..."

Cierta irritación surgió ante la idea que la trama de la novela la obligue a tener que ser su amiga.

El Loco Tirano se Obsesiono ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora