-¡Kaizen! ¡Kaizen!
Aferrándose a él, no había forma ni deseo que fuera a soltarlo.
Diana sentía que se aferraba a un salvavidas en medio de una tormenta, si lo soltaba aunque sea un solo momento...
-¡K-kaizen!
Pensaba que lo perdería y ella estaría sola en medio del oscuro océano.
-...
Kaizen se limito a verla como se aferraba a él sin dudarlo.
En sus brazos estaba una hermosa mujer, y no la niña de sus recuerdos.
Deslizo su mano a través del suave cabello que caía delicadamente.
Era más largo que antes, pero el color seguía siendo el mismo.
El cuerpo que ya no era más el de un pequeño infante, no quedaba rastro de él. Ahora todo lo que podía ver era el cuerpo de una mujer, su piel que es tan pálida como la leche blanca, delgada pero esbelta, ojos que se ocultan detrás de parpados llorosos, la sensación de tener entre sus brazos algo sumamente precioso.
"Pequeña..."
La estatura perfecta que cabe en sus brazos sin esfuerzo.
¿Era realmente Diana? Normalmente las personas dudarían de algo así. Después de todo, la ultima vez que se vieron, ambos eran simplemente unos niños.
"Mi Diana"
Pero no había forma de que Kaizen dudara. Él la busco tan desesperadamente en sus sueños durante tantos años que no habría forma de que no la reconociera.
Estaba convencido que incluso si estuviera en otro cuerpo podría volverla a encontrar.
Estaba seguro de eso.
-Lo siento...
Palmeando la espalda de Diana suavemente, Kaizen parecía estar susurrando.
-Llegue muy tarde ¿no es así?
-...
"Si"
Diana quería decirlo pero guardo silencio, sabe bien que no es culpa de Kaizen.
No había forma de evitar que las cosas salieran de esa manera.
Más bien si alguien tiene la culpa... Diana piensa que es ella quien debe disculparse.
-Tardaste...
-Lo siento.
Ella sabe bien que no es culpa de Kaizen, sabe bien que no debe estar molesta.
-Te estuve esperando...
-Si...
Ella lo sabe pero...
-Siempre... siempre... te estuve esperando...
-Si...
No había manera de parar sus lágrimas y su corazón desbordante.
-Te extrañe tanto... tanto que pensé que moriría.
Una voz ahogada en emociones que estuvo guardando durante tantos años salieron como una represa de agua al romperse.
-...¿Qué hay de ti?
Quería más, la persona que tenía enfrente todavía parece un desconocido, todavía no se sentía real.
Su cabello azabache al igual al cielo nocturno de invierno, ojos que parecían un abismo que la absorbía si lo observaba durante demasiado tiempo.
Su rostro sin grasa infantil, solo podía ver a un hermoso hombre.
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El Loco Tirano se Obsesiono Conmigo
Romance{Historia Original} Sinopsis - ¿Por qué tiene que terminar así? Saehee Kim, una enfermera del Hospital central de Seúl, es una huérfana de actitud positiva hacia la vida a pesar de que la suya es muy difícil. Un día mientras estaba en su descanso...