-ah... Diana...
Una respiración pesada y agitada se escuchaba como un quejido doloroso.
-ahk... más... quiero ir más profundo...
Un pecho musculoso lleno de cicatrices subía y bajaba con un ritmo acelerado.
Era oscuro, apenas se podía ver dentro.
Solo una pequeña luz de una gema iluminaba dentro de la carpa. La noche parecía estar en su punto más alto, la nieve soplaba fuerte como un rugido.
-ugh... ah...
Pero nada de eso interrumpía a un hombre de su acto obsceno.
-...Diana.
En la oscura habitación, apoyado en la pared mientras estaba encima de una cama. Solo los crujidos de la madera junto a un movimiento inusual se podían escuchar.
-ah...
Un largo y pesado quejido se esparcía en el aire.
Caliente y húmedo, bajo y muy profundo.
La mano del hombre se movía de arriba hacia abajo mientras sostenía su erecto miembro. No podía evitarlo, sus gemidos escapaban sin su permiso.
Mordiendo su camisa y dejando al descubierto su pecho y bien formado abdomen. Solo el sudor junto a los pequeños espasmos que provoca sus acciones, con los ojos fuertemente cerrados.
Kaizen estaba embriagado de su propia imaginación mientras se tocaba así mismo.
¿Cuándo empezó a hacer esto por las noches?
Seguramente fue el día que estuvo a punto de morir cuando tenía 16 años.
Se separo de su escuadrón y quedo atrapado en medio de varios demonios de clase peligrosa.
Sinceramente fue una batalla en la que incluso Kaizen por un momento pensó que moriría. Llevaba cerca de 10 horas peleando sin parar con los monstruos que se abalanzaban sobre él con la intención de devorarlo.
Usando su don al máximo como nunca antes lo había hecho. A duras penas logro salir con vida.
Pero había un problema.
Las batallas constantes y los asesinatos diarios que debía hacer para conseguir las gemas, le provocaban demasiada adrenalina. Después de cada batalla se sentía alterado e inquieto, su cuerpo parecía convulsionar por todas las emociones que se estrellaban dentro de él.
Se había convencido a si mismo que matar demonios no es igual que matar a un humano. Entonces no había razón para sentirse culpable por hacerlo.
-¡GYAAA!
Pero desgarrar la carne, cortar y quebrar, junto al nauseabundo olor a sangre que se le pegaba en sus fosas nasales todos los días, no era algo que pudiera evitar.
Ver y sentir como le quita la "vida" a algo que hasta hace un momento se movía por su cuenta... provoco en Kaizen pensamientos y sentimientos extraños.
Entre más libre era usando su don para matar a otros demonios sin tener que pensar en las consecuencias o que alguien lo detenga...
Mejor se sentía.
"Vamos sigue así, de esa manera pronto regresaras a casa con tu amada"
Incluso la oscuridad en el hablaba de forma más frecuente comparado al pasado.
Susurrando cosas horribles que podrían hacer al próximo demonio que encuentren.
"Jajaja"
La oscuridad en Kaizen estaba feliz, y el no pudo evitarlo por más que lo intentara porque Kaizen lo sabía...
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El Loco Tirano se Obsesiono Conmigo
Romance{Historia Original} Sinopsis - ¿Por qué tiene que terminar así? Saehee Kim, una enfermera del Hospital central de Seúl, es una huérfana de actitud positiva hacia la vida a pesar de que la suya es muy difícil. Un día mientras estaba en su descanso...