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Capítulo 74

Capítulo 74

La relación entre Rubellus y Tail Quilton era imposible de abreviar en una palabra. Palabras como enemigos o rivales nunca podrían explicar la brecha.

─ Mi padre, quiero decir, cuando mi predecesor estaba en la lucha por el trono, eliminó a todos sus hermanos... y se arrepintió todo el tiempo. Lo único que evitó la tragedia fue Tail, el más joven.

Rubellus comenzó su conversación acostado de espaldas tal como había estado en el momento de la caída. Me senté a su lado ubicando mi vestido.

Sería bueno tomar un té caliente, pero es una lástima porque no hay nada como eso ahora.

John dijo que se preocupaba por su hermano menor Tail y lo trataba como si fuera su propio hijo. Como si, al cuidarlo, estuviera tratando de expiar sus pecados por sus otros hermanos.

─ Tail fue débil, pero en cambio era inteligente y codicioso. Una vez pensó que él sería el próximo emperador. No sé exactamente cuándo fue, pero un día, mi padre lo anunció. Que yo sería el próximo emperador.

Rubellus recordó ese momento y respiró hondo.

─ Y Tail comenzó a fastidiarme.

¿Comenzó a fastidiarle?

─ Estaba empezando a hacer todo lo posible para meterse con las cosas que me gustaba y en las que mostraba interés.

Cuando escuché la historia, mi rostro estaba completamente distorsionado. Su Majestad miró el cielo nocturno y continuó, rasgando la hierba.

─ Lo primero que hizo fue matar a mi perro. Era un perro de caza, al principio pensé que era un accidente porque tenía los ojos rojos y no sabía cómo controlar.

Me tapé la boca con las manos sin darme cuenta.

─ A partir de ese momento, estaba tratando de ocultar mis poderes. Originalmente solo podía ganar fuerza convirtiéndome en emperador, pero debido a que tenía los ojos rojos, pude expresar mis poderes más rápido que otros emperadores. Por supuesto, no era tan hábil como lo soy ahora.

En un momento, se relajó y suspiró lentamente.

─ ¿Tail Quilton sabe que Su Majestad tiene los ojos rojos?

─ No. Pero se dio cuenta de que sucedían cosas extrañas cuando estaba a mi lado. Y probablemente estaba más celoso de eso. Era como si yo fuera el malo de la historia y no él. De todos modos, lo importante es que... él destruyó las cosas preciosas que me rodeaban. Todavía lo recuerdo diciendo 'Es divertido' cuando me vio llorar después de que lo hizo.

(NT: Vete a la miau Tail, wey todos han sufrido quiero llorar...)

No hay punto de comparación con lo que he escuchado. Me estremezco ante los espantosos hechos que salieron a la luz.

─ ..... y pronto reconoció tu presencia.

Torció los labios.

─ No sé si te vió dando vueltas por el Palacio Imperial y caminando conmigo, pero uno de esos días me estaba esperando frente a mi habitación y dijo: 'Realmente te debe gustar'.

Apretó la barbilla. Los músculos de su mandíbula eran lo suficientemente fuertes como para sobresalir.

Estaba realmente asombrada. No sabía que él podía hacer esa expresión. No sé qué decir. Me temblaban los labios, así que no podía hablar correctamente.

─ Entonces Su Majestad, por esa razón...

Rubellus sonrió amargamente y asintió con la cabeza como si pudiera entender los comentarios detrás de escena.