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Capítulo 107

Capítulo 107

De repente, intervino una voz extraña. Mirando hacia el lado donde se escuchaba el sonido, la madre de María se reía sobre la puerta.

─ ¡Madre!

─ ¡Hola!

Lenny y yo nos levantamos de golpe y la saludamos.

Condesa Triana Morelli, primera mujer en ser la representante de la aristocracia, profundamente preocupada por los derechos humanos de la mujer, y la primera mujer en ingresar a la política y realizar activamente actividades sociales . Hizo un gesto con la mano hacia nosotras y entró en su habitación a grandes zancadas. En la otra mano sostenía una gran caja de cartón.

─ Madre.

Era hora de que María se levantara y la saludara. Lenny y yo también saludamos nuevamente a Triana.

─ Faltan 15 minutos para la ceremonia. Es casi la hora de usar el velo. Estoy aquí para ayudarte a que te lo pongas. Es una tradición de la familia Morelli.

Triana habló alegremente, abrió la tapa de la caja y rasgó el envoltorio.

Al ver el largo velo de la caja, Lenny y yo nos miramos al mismo tiempo. Era un velo muy, muy hermoso.

¿Es Muselina? El velo transparente es el mismo que la cintura ceñida al final del vestido de María.

─ ¿Va a juego con el tul?

─ ¿Lo notaste? Encargué que el velo se viera así.

Conversando alegremente, Trianna levantó el velo y rápidamente agarró el último pliegue, se agregó un pliegue en el medio, como si estuviera destinado a sujetarse debajo de la parte del borde de la nuca de María.

Vi la última escena hermosa de María al lado de Triana, mientras yo sostenía una caja de alfileres.

Tan pronto como el velo de María se corrió por completo y el velo estuvo listo, parpadeé hacia Lenny.

Será mejor que nos vayamos de aquí. No hay nada más precioso que los pocos minutos que una madre y su hija pasan antes de una ceremonia.

─ Está listo.

Triana acarició suavemente el flequillo rizado de María. Después de que María le devolvió la sonrisa, se volvió hacia nosotros.

─ Me levantaré.

María se levantó lentamente. Triana se alejó un poco del lugar donde estaba y trajo un ramo. Era un gran ramo que caía como una cascada hecha de rosas de vid, zarza, protea rey y otras flores.

Lenny y yo observamos con ojos brillantes cómo María sostenía el ramo y posaba para ella.

Se cubrió con su largo velo blanco, sostuvo su ramo y sonrió suavemente. María es conocida por ser bonita, pero es como un ángel porque incluso usa un vestido de novia.

─ ¿Qué opinan?

Cuando María preguntó, Lenny y yo comenzamos a hacer todo tipo de alboroto en el acto.

─ María, hoy serás la más linda del mundo. Eres la mejor.

─ Eres completamente como una princesa alada. Si hubiera sido un hombre, me habría apresurado a decir que este matrimonio era nulo y que te cases.

Asentí con la cabeza ansiosamente junto a Laynevonne. En medio del alboroto entre nosotros dos, María puso los ojos en blanco mientras hacía un huh, huh.

─ ¿Cómo se siente ser la novia de hoy?

Triana, que nos miraba, preguntó. María miró a su madre con suspiros exagerados.