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Capítulo 88

***

A la mañana siguiente.

Weiss entró a la habitación interior con los documentos en lo costado izquierdo apoyado con su mano como de costumbre. Luego entró en la habitación interior y se detuvo tan pronto entró en la habitación.

Tenía una corazonada.

Una fuente sensación de que no debería saludarlo alegremente.

Weiss exhaló por un momento y tocó la nariz. De alguna manera parecía que el aire era algo oscuro. Desde el gran banquete, siempre ha estado como si estuviera soleado, pero hoy ha sido sombrío.

Los asistentes estaban parados en una esquina todos a la vez. Su Majestad parece no haber salido todavía, pero Weiss pudo sentirlo.

Weiss creía que este tipo de aire con una ráfaga de aire serio no lo había visto por un buen tiempo.

¿Hubo algún ministro que lo visitó esta mañana? Wildenviston, hasta donde él sabe, era el único duque en la capital.

Pero, ¿el duque Wildenviston hizo algo ofensivo para perturbar el humor de Su Majestad? Él, anteriormente había trazado una línea para no meterse en los asuntos de ellos dos.

─ Haa, ¿por qué otra vez? ¿Qué es?

Weiss murmuró para sí mismo, con el ceño fruncido. Luego caminó a grandes zancadas y revisó rápidamente el periódico de hoy que estaba en una mesa en la habitación interior.

Ya había visto temprano en la mañana, pero no tenía nada de malo. La semana pasada, se publicó un artículo sobre Su Majestad el emperador e Ira tomados de la mano para ver la ópera con una ilustración bellamente dibujada del ángulo que Weiss quería.

─ El artículo fue genial, pero ¿por qué?

─.... Lo siento.

─......!

Weiss miró hacia atrás rápidamente al sonido de una esquina. Un oso con medallas brillantes estaba parado allí con un rostro sombrío.

─ ¡Elphine¡

Weiss lo llamó con voz temblorosa.

Elphine estaba muy ocupado, por lo general trabajaba en la residencia de los Caballeros, custodiaba al Emperador o se ocupaba de asuntos secretos.

Sin embargo, desde temprano en la mañana, Elphine se ha quedado en la habitación interior.

─ Entregué la carta... y me parece que Su Majestad no está contento.

─ ¿Qué pasa?

La expresión de Weiss se torció de repente. No me digas, no es como si estuvieras hablando de romper en una gran pelea, ¿verdad?

Había que prevenirlo al menos. Pronto llegaría el día de Año Nuevo. En el lugar donde Su Majestad está dando un discurso de felicitación, incluso Ira debe sentarse detrás de él de la manera más hermosa e inocente.

Cualquiera que rompa esta imagen lo estrangulará bajo el nombre de la familia Roden.

Weiss se acercó apresuradamente a Elphine.

─ ¿¡Qué decía la carta!?

─ Es la vida privada de dos personas. Por supuesto que no lo he leído.

─... Qué puedo esperar de ti, hombre de etiqueta.

Es como la encarnación de lo arcaico, la encarnación de la caballería, que es un pecado preguntarle. Por lo menos debería mirar la carta solo un poco y fingir que no siquiera la abrió.