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Capítulo 125 (Extra 1-4)

El final de un amor no correspondido

Extra 4

─ ¿Por qué?

Elphine respondió a la pregunta perpleja de Ira.

─ Como sabe Su Majestad la emperatriz, el Emperador es muy sensible a que se descubran sus esfuerzos. Es una especie de enfermedad profesional. Es porque Su Majestad el Emperador quiere mostrar una posición en la que no debería estar desesperado. Tiene que parecer que puede hacerlo sin mucho esfuerzo, y tiene que demostrar que hay algo para sorprender a todos. Como ejemplo, dado que Su Majestad la Emperatriz declaró que no estaría enamorada de Su Majestad, se suponía desesperadamente que Su Majestad la emperatriz estuviera tranquila, pero temporalmente cayó en una depresión muy mala.

─ ¿Qué? ¿Qué quieres decir?

─ Es complicado, por así decirlo. También está relacionado con el hecho de que traje dos regalos de cumpleaños todos los días. ¿Quieres que te lo diga? ¿Por qué Su Majestad tenía las muñecas de cerámica que Su Majestad la Emperatriz quería tener?

Los ojos de Ira brillaron. Estaba curiosa. Tenía curiosidad, pero... Había algo en lo que tenía que averiguar antes de eso.

─ Hermano, pero realmente no entiendo por qué se avergüenza de revelar estas cosas. De todos modos, sería bueno si Su Majestad me lo dijera.

Elphine se encogió de hombros ante la pregunta de Ira.

─ Estabas arrepentida de caer bajo hace unos años porque no conocías la situación.

Su expresión era fría.

Si fuera Elphine de esta mañana, habría negado con la cabeza en silencio a Ira, pero el Elphine de hoy ya había presionado el interruptor en su corazón.

El interruptor elocuente, distintivo y de lengua afilada de la familia Wildenviston.

(NT: Osea que se guardan los rencores ajaja)

─ Gracias a Su Majestad, tuve que llevar regalos de cumpleaños durante varios años y Weiss tuvo que reprogramar una y otra vez. Aún así, no podía quejarme. Porque Su Majestad la emperatriz estaba realmente enferma y muriendo.

El rostro de Ira se puso rojo.

─ ¿Es eso así?

─ ¿No dijiste que te arrepentías?

Ira asintió lentamente mientras miraba a Elphine.

─ Eso es lo que dijo. No sé si te arrepentiste de haber caído tan bajo.

─ Lo lamento. También hay muchas historias sobre esto. ¿Quieres que te lo cuente?

─ ....¿Qué te pasa hoy?

Fue increíble. Nunca escuchó a su hermano hablar tanto hoy.

Quizás la familia nunca haya visto a Elphine así.

No, sobre todo, ¿puede un hombre estar así solo porque Su Majestad el Emperador canceló su cita de caza? Tengo demasiada curiosidad por escuchar eso...

─ ¿Te digo más o ya no?

Elphine instó de nuevo.

Ira estaba perpleja, pero luego asintió con la cabeza.

─ Oh, sí, dime. ¿Pero es esto realmente un truco sucio? De todos modos, no es que no me guste Su Majestad, pero hace que mi relación sea mejor.

─ Su Majestad estará avergonzado.