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Capítulo 123 (Extra 1-2)

El final de un amor no correspondido

Extra 2

Ira parpadeaba mientras Laynevonne comía.

─ ¿Es porque no hemos comido juntas en mucho tiempo que no recuerdo los hábitos alimenticios de mi amiga? ¿Solías comer cosas tan dulces?

─ Utilicé demasiado mi cerebro esta mañana. Debía haber terminado de calcular la tasa de impuestos rápidamente, Su Majestad.

Laynevonne respondió, tomando un gran bocado de la crema espesa en la mesa. Ira arqueó las cejas y se quejó ligeramente con Lenny.

─ Ha sido incómodo que me sigas llamando Su Majestad una y otra vez. ¿Acaso soy solo yo quién está incómoda?

─ Acostúmbrese. Si hablo con Su Majestad de manera informal, seré arrestada.

Debo decir que tiene razón.

─ Otra vez lo estás diciendo.

─ Ese no es el caso, pero piensa en los caballeros imperiales que se encuentran en esta mansión....

Fue en ese momento que Laynevonne continuó su discurso.

Hubo un golpe, y el sonido de la puerta principal abriéndose violentamente. Ira y Laynevonne rápidamente se miraron con los ojos bien abiertos. Al mismo tiempo, los caballeros del palacio imperial, que custodiaban sus posiciones, se pusieron en alerta.

Los caballeros observaron atentamente, respirando con ojos agudos. El sonido de pasos en el pasillo continuó.

Hay una situación de emergencia. No, ¿me van a secuestrar de nuevo? En este punto, es razonable sospechar. Sin saber qué hacer, Ira juntó las manos y de nuevo las soltó.

Sus pasos por el pasillo se detuvieron.

Luego, lentamente, una persona misteriosa abrió la boca.

─ Soy yo.

Su voz sonaba familiar.

Tan pronto como se escuchó la voz, la tensión que había sido tirada como un hilo apretado desapareció.

─ ¡Hermano Elphine!

Ira exclamó. Pronto Elphine entró en la sala de estar.

Tan pronto como vieron el cabello de Elphine, los caballeros del palacio imperial bajaron la guardia y volvieron a su postura normal de guardianes.

Ira puso los ojos en blanco ante la Elphine que se acercaba a ella.

─ ¿Por qué abres la puerta tan bruscamente? ¡Me asustaste!

─ Fue porque no tuve tiempo.

─ ¿No tuviste tiempo?

─ Sí.

Elphine asintió mientras le respondía con las cejas fruncidas. Ahora que lo pienso, el cabello de Elphine estaba muy desordenado. No había señales de dificultad para respirar, pero algo parecía haber sucedido.

La ansiedad apareció en el rostro de Ira. La expresión de Elphine era seria.

─ .... ¿Qué demonios está pasando, hermano?

─ Su Majestad vendrá pronto. No tengo tiempo.

─ ¿Qué?

─ A estas alturas, Su Majestad debe estar luchando contra Weiss y los funcionarios de la administración para salir del palacio imperial. Quizás Weiss haga todo lo posible, pero Su Majestad vendrá aquí incluso si Weiss trata de detenerlo. Me quedan unos 40 minutos.