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Capítulo 58

Capítulo 58

***

─ Te mostraré a la nueva señorita Wildenviston.

Después de la pincelada en mi rostro, Samira finalmente declaró con voz solemne.

Tan pronto como escuché la voz de Samira, me apresuré a bajar de la silla y me levanté. Las doncellas estaban de pie en un espejo a unos pocos pasos de mí. Era un gran espejo frontal.

─ Wow.

Cuando me vi en el espejo frontal, no pude evitar soltar una exclamación.

Ahora mismo tengo prisa, pero... Me sorprendió cómo me miraba en el espejo. ¿Quién es esta?

Era un vestido de satín más azul. La falda estaba drapeada para extenderse en forma de campana.

Acaricié con curiosidad mi manga que me levantaba el hombro.

Encaje color blanco crema y precioso en el cuello, y bordado en los pliegues redondos de la falda.

─ Pensé que era el momento de que diga la frase que le gusta.

─ Iba a hacerlo ahora. Oh, ¿este soy yo...?

Respondí, recibiendo las bromas de Samira mezcladas con risas. Fue muy perfecto poner mi mano en la mejilla.

Me gustaba decir esa frase, es una frase de una historia de amor que realmente me gustaba y lo amaba.

Desde que era joven, he estado diciendo estas líneas frente al espejo cada vez que me visto bien.

¿Estoy avergonzada? Por supuesto que estoy avergonzada, pero honestamente, no tengo que decir esta línea en un día como este.

En la conversación entre nosotras dos, las doncellas que nos rodeaban se echaron a reír de inmediato.

─ ¿Cómo le va? No es tan incómodo comparado con la extensión del dobladillo de la falda anterior, ¿verdad?

Asentí con la cabeza ante la pregunta de la doncella. Era bonito, pero era mucho más fácil de mover que el vestido anterior.

─ La falda no es tan ancha como pensaba. Y es fácil respirar.

Para mi impresión, las doncellas se rieron.

─ ¡Ni siquiera sabía cuando me puse la crinolina! Usaron una nueva cinta de crinolina en un aro de goma.

(Nota: Crinolina: Prenda interior femenina de tela rígida, y a veces con aros, que se usa para dar vuelo a las faldas o polleras.)

─ También se aflojó mucho el corsé.

─ El aro de goma es realmente genial.

Las elogié hasta el fondo de mi corazón, y de repente volví la cabeza y miré el reloj. Eran las 4:50 de la tarde.

Normalmente, habría hecho un escándalo para hacer un retrato de dibujo para que otras personas lo vean, pero no tengo tiempo para eso.

Necesito llegar a Su Majestad. Sonreí y asentí con la cabeza.

Mientras tanto, he estado muy ansiosa. Tan pronto como vea a Su Majestad, debo informarle. ¿Pasó algo mientras me preparaba?

No se atreverán a hacerle nada a Su Majestad en un lugar como el salón de banquetes. Ojalá tuviera tiempo suficiente para detener el plan.

─ Estamos muy orgullosas de ello ahora.

Las sirvientas que no conocían mi corazón angustiado aparecían constantemente a mi alrededor.