Capitulo 55

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—¡Suéltame! ¡XiChen! 

Lan XiChen siguió moviéndose una y otra vez, sin detenerse. Apretó la cintura de Jiang Cheng con fuerza, dejando huellas moradas a su paso y embistió contra la cama un sinnúmero de veces. Jiang Cheng frunció el ceño y apretó las manos hasta volverlos puños lleno de humillación. Incluso aunque habían estado teniendo relaciones sexuales por varias horas, Jiang Cheng era incapaz de sucumbir a los efectos del celo debido al doloroso trato que experimentaba por primera vez.

Repitió el nombre de su esposo una y otra vez con el único objetivo de detenerlo pero Lan XiChen simplemente estaba dominado por su alfa, sus pupilas eran de un color rojo intenso y sus colmillos estaban visibles y afilados. En un momento sin que Jiang Cheng pudiera hacer algo para impedirlo, Lan XiChen lo mordió en la nuca al mismo tiempo que un familiar bulto se formaba en el interior del Omega.

—¡No!

Solo ese grito, logró que Lan XiChen recobrara el sentido por unos segundos. Sus ojos regresaron a su color original por un momento, mirando lo que había hecho.

Susurró, casi sin voz. —WanYin...

Jiang Cheng no pudo escuchar su nombre. Ni tampoco pudo ver como Lan XiChen una vez más era dominado por su alfa casi de inmediato poco después, recobrando aquel color de ojos rojos. El Omega solo pudo sentir por la posición, como Lan XiChen se abrazó a él con más fuerza y el familiar dolor del nudo iniciando.

Rodó los ojos cuando los espasmos comenzaron a viajar por todo su cuerpo. Su abertura que estaba mojada y unida al miembro del alfa, logró que toda su cara se volviera roja y su cuerpo sudara como nunca antes. Aunque la sensación fue increíble después, Jiang Cheng aún seguía muy asustado. Apretó las manos hasta sentir a sus palmas sangrando, mientras sentía a algo caliente derramándose en su interior. Simplemente no podía estar tranquilo.

—No, no. No podemos. —murmuró casi apunto de perder el control. —XiChen... Por favor para. No podemos. No de este modo.

Lan XiChen estaba jadeando como nunca antes, fuera de control. Abrazó con más fuerza a Jiang Cheng mientras daba mordidas superficiales a la nuca de su omega. A pesar de que estaba dominado por su alfa y en un total estado de frenesí por sus instintos primitivos, una parte de Lan XiChen estaba destrozada por lo que estaba haciéndole a Jiang Cheng; incluso en un momento, a pesar de su total descontrol e incapacidad de razonar, derramó lágrimas sin dejar de abrazarlo. En cambio Jiang Cheng, apretó los labios y el sudor frío barrió todo su cuerpo por los espasmos. Los chorros de esperma siguieron entrando en él. Lan XiChen estaba corriéndose como nunca lo había hecho antes, marcándolo completamente como suyo.

Aunque estaba apunto de dejarse llevar por los estímulos banales, Jiang Cheng quería morderse la lengua y morir para impedir que esto continuara. Nunca había sufrido tal humillación en su vida. Pero aunque tuviera el coraje, pensó en cierto par de hijos, que aún eran tan pequeños y que lo necesitaban así que lo soportó.

Una hora más tarde, finalmente el miembro de Lan XiChen volvió a la normalidad y Jiang Cheng pudo separarse de él con la poca fuerza que le quedaba. Miró a Lan XiChen con una mezcla de rabia y decepción, mientras estaba tumbado en la cama inconsciente.



A-Yuan movió las cunas de sus hermanitos para que intentaran dormir. Sin embargo, incluso con sus mayores esfuerzos, los bebés no parecían querer hacerlo y en su lugar lloraban sin parar. Después de pensarlo detenidamente, descartó la posibilidad de que tuvieran hambre porque acababan de ser alimentados por el maestro Su. Incluso él mismo los revisó por si estaban sucios y ese era el motivo de sus lloriqueos pero no era el caso. Trató de calmarlos de nuevo meciendo la cuna, preocupado porque Su Ming aún no regresaba y no sabía qué hacer pero nada servía.

Prisionero [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora